El hombre que manejaba la Iglesia 'como una mafia'

El obispo Rogelio Livieres dejó en la diócesis paraguaya una serie de importantes deudas que los actuales prelados tratan de liquidarla.

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La diócesis de Ciudad del Este, la segunda más grande de Paraguay, tiene unos 800 mil dólares en deudas dejadas por el obispo Rogelio Livieres. (AP)
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Agencias
CIUDAD DEL ESTE, Paraguay.- Niños que esperaban una operación y mujeres que huían de la violencia doméstica nunca vieron parte de los 350 mil dólares donados para ellos. También estaban las ventas cuestionables de patrimonio, y el dinero para una empresa de limpieza propiedad en parte de un familiar.

En los meses transcurridos desde que el papa Francisco destituyó al obispo de la segunda diócesis más grande de Paraguay, no dejan de surgir nuevas dudas sobre cómo gestionaba el reverendo Rogelio Livieres Plano el dinero de la Iglesia.

Mientras los católicos paraguayos se preparan para recibir a Francisco durante su gira sudamericana, que comienza el 5 de julio, los nuevos líderes de la diócesis en esta ciudad fronteriza tratan de eliminar las deudas dejadas por el polémico obispo, y recaudan dinero con rifas y juegos de bingo. Muchos parroquianos piden respuestas sobre el caso, informa The Associated Press.

"El obispo anterior manejaba todo como una mafia", dijo Carlos Pereira, profesor de Humanidades en la Universidad Católica de Ciudad del Este. "¿Cómo terminamos endeudados? ¿Qué pasó con todas las propiedades de la diócesis y qué pasó a todos los bienes?".

La diócesis debe 800 mil dólares, una suma considerable para uno de los países más pobres de América del Sur. Los problemas financieros han quedado sobre la mesa después de que Livieres Plano, miembro del Opus Dei, fuera destituido en septiembre.

El exobispo, de 69 años, ha negado haber cometido falta alguna. No fue posible localizar a Livieres Plano para pedir comentarios ni hallar a alguien que hablara en su nombre, pese a reiterados intentos. Miembros de la diócesis y un portavoz del Opus Dei señalaron que estaba hospitalizado en Argentina por complicaciones de diabetes.

No está claro qué fue de los fondos de la diócesis, que tiene casi un millón de feligreses. Las voces críticas afirman, pero no han demostrado, que el exprelado empleó el dinero de la Iglesia para enriquecer a su familia, financiar una afición al juego y llevar un lujoso estilo de vida. Un análisis de Associated Press reveló que durante su década como obispo, Livieres Plano tomó varias decisiones cuestionables en materia de gastos.

Sin autorizacion

Los registros sobre propiedades muestran que en 2013, Livieres Plano vendió dos parcelas por 400 mil dólares y 202 mil dólares. Lo hizo sin la aprobación del Consejo Vaticano, necesaria para tomar decisiones financieras en Paraguay por valor de más de 105 mil dólares.

El exobispo defendió el año pasado las operaciones y afirmó que el mínimo para solicitar autorización "recién lo subieron a 500 mil dólares". Pero el obispo Adalberto Martínez, secretario general de la Conferencia Episcopal de Paraguay, dijo a AP que no se había producido ese aumento.

Una demanda de 2010 presentada por el presidente de la Asociación de Laicos de Alto Paraná, Javier Miranda, acusaba a la diócesis de no utilizar 350 mil dólares en donaciones de la presa Itaipú, una de las instalaciones hidroeléctricas más grandes del mundo, para su propósito original: financiar operaciones quirúrgicas a niños con paladar hendido y ayudar a sobrevivientes del maltrato doméstico.

La demanda fue desestimada con el argumento de que Miranda no era una parte afectada, y por tanto no tenía motivos para demandar.

Sin embargo, una revisión realizada por la Auditoría General de Paraguay respaldó las acusaciones de Miranda. En un duro informe de 2010, afirmó que la iglesia no había aportado documentación que demostrara el financiamiento de esas operaciones, ayudas a niños de la calle o trabajo con mujeres víctimas de violencia doméstica.

"Esta auditoría señala la conducta deficiente y débil en la contabilidad de bienes de la iglesia", indicó el informe. La Auditoría General, que supervisa las finanzas de la presa hidroeléctricas y otras instituciones del gobierno, ordenó que la diócesis fuera más transparente, pero no presentó cargos penales.

Livieres Plano demandó a Miranda en 2013 por difamación, después de que el líder laico dijera a la prensa local que había tenido conocimiento de una deuda de juego por valor de un millón de dólares acumulada por el obispo en Uruguay.

Limpieza de tóxicos

Al testificar en el caso en junio de 2014, el obispo dijo que nunca había estado en un casino. También defendió sus ventas de bienes inmuebles, señalando que el dinero se empleó en hacer obras en edificios del seminario. Asimismo arremetió contra sus detractores por hacer "acusación y acusación sin ninguna salvedad".

Documentos a los que tuvo acceso Associated Press mostraban pagos de al menos 40 mil dólares al hermano del obispo, Benjamín Livieres, por servicios no especificados. En 2008, durante el mandato de Livieres Plano, la diócesis aparecía en los documentos de constitución de una empresa llamada "Green Energy", que era propiedad en parte del hermano del obispo. El propósito indicado de la empresa era limpiar "residuos tóxicos" y generar beneficios para la diócesis, pero no hay indicios de que la empresa llegara a iniciar su actividad.

Benjamín Livieres no respondió a diversas llamadas telefónicas, mensajes enviados por celular o en medios sociales.

En cuanto a la considerable deuda de 800 mil dólares, la mayoría deriva de préstamos bancarios solicitados por Livieres Plano, según comunicados de la diócesis. La entidad declinó proporcionar su informe financiero anual a Associated Press.

El papa Francisco destituyó al obispo sin ofrecer motivos para la poco habitual decisión. La destitución se produjo poco después de que el pontífice enviara al cardenal Santos Abril, experto en finanzas, a investigar a Paraguay.

El obispo Guillermo Steckling, que asumió el mando de la diócesis hace cinco meses, admitió haber descubierto varias irregularidades contables de su predecesor. Sin embargo, descartó presentar cargos penales y alegó que la diócesis necesita sanar tras años de disputas internas.

"Somos una familia", dijo sentado en la vieja oficina de Livieres Plano, donde aún cuelga una imagen del exobispo en la pared. "Necesitamos dejar el pasado e ir adelante".

Son 'inventos'

Livieres Plano ha atribuido su destitución a un choque de ideologías. En una entrada publicada en un blog tras su salida, escribió que obispos de otras corrientes y parroquianos progresistas lo habían perseguido por su carácter conservador.

Los defensores del exobispo le elogian por preservar aspectos tradicionales como la celebración de misas en latín. También le reconocen la fundación del exitoso seminario de San José, que llegó a tener 200 seminaristas, una hazaña considerable en un momento en el que la mayoría de los países tienen escasez de sacerdotes.

Las acusaciones de mala gestión económica son "inventos de gente a la que no le gusta Livieres Plano", afirmó Óscar Barreiro, de 27 años, que vende libros sobre el catolicismo ante la parroquia del Espíritu Santo, donde a menudo celebraba misa el exprelado.

Mientras tanto, algunos miembros laicos de la congregación han contratado a un abogado que audite las cuentas de la diócesis. También han solicitado información a la agencia de aduanas sobre al menos 18 vehículos adquiridos por la diócesis y que no se han localizado.

"Queremos limpiar la diócesis", dijo Miranda. "Hay muchos daños. Hasta ahora no sabemos cuánto".

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