Agencias
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco decidió donar 150 mil dólares para la atención inmediata a las víctimas del tifón Haiyan, que ha golpeado en los últimos días varias regiones de Filipinas provocando unos 10 mil muertos.

Según informó la sala de prensa vaticana se trata de una "primera e inmediata expresión concreta de los sentimientos de cercanía espiritual y paterno apoyo del Sumo Pontífice hacia las personas y los territorios devastados por las inundaciones".

"Tal suma, que será repartida a través de la Iglesia local en las regiones mayormente tocadas por la calamidad, será empeñada en sostén de las obras de asistencia desarrolladas en favor de los refugiados y quienes han sufrido las inundaciones", indicó una nota.

Recordó que el tifón ha afectado especialmente las islas de Leyte y Samar y la cifra de víctimas es oficial, pero no definitiva. La oficina responsable de enviar el dinero es el Pontificio Consejo Cor Unum del Vaticano.

Apenas ayer domingo, durante el rezo del Angelus ante más de 10 mil personas desde la ventana de su estudio personal en el Palacio Apostólico, Jorge Mario Bergoglio, pidió un minuto de silencio por las víctimas del tifón.

"Deseo asegurar mi cercanía a las poblaciones de las Filipinas y de aquellas regiones, que han sido golpeadas por un tremendo tifón", dijo.

"Recemos por estos hermanos y hermanas nuestros, y busquemos hacer llegar también a ellos nuestra ayuda concreta", agregó.

Un poco más tarde la sala de prensa de la Santa Sede dio a conocer el texto de un telegrama enviado, a nombre del Papa, por el "número dos" del Vaticano, el secretario de Estado Pietro Parolin, al presidente filipino Benigno Aquino III.

El texto transmitió la "profunda tristeza" de Jorge Mario Bergoglio por la destrucción y la pérdida de vidas causadas por el tifón, que según estimaron fuentes oficiales podrían ser más de 10 mil.

Ante esto el Papa expresó su solidaridad con los afectados, especialmente quienes perdieron a sus seres queridos y a sus hogares.

"Al rezar por toda la población de Filipinas, el Santo Padre quiere ofrecer su ánimo a las autoridades civiles y al personal que está asistiendo a las víctimas de esta tragedia. El invoca las bendiciones divinas que fortalezcan y consuelen a la nación", apuntó.