Más hijos, menos mascotas: Papa otorga licencia por paternidad en el Vaticano
Durante una audiencia general reciente, el papa Francisco lamentó que los perros y gatos tomen el lugar de los niños.
El papa Francisco ha llamado a las parejas a tener más hijos en lugar de mascotas, y a los gobiernos a establecer políticas que resulten más beneficiosas para las familias. Por ello sorprendió el martes con el anuncio de una reforma a la política de licencia por paternidad del Vaticano, la cual otorga apenas tres días de ausencia con goce de sueldo a los nuevos padres de familia.
La política del Vaticano establece las prestaciones para los empleados de la Santa Sede que tienen hijos o deben cuidar a familiares discapacitados.
Según la medida, ya se tenía contemplada una licencia de seis meses por maternidad con goce de sueldo completo, el cual pueden extender otros seis meses a mitad de salario. Las parejas que adoptan un niño tienen derechos similares.
La nueva ley establece una licencia pagada de tres días para los padres. En contraste, en Italia los padres pueden tomarse 10 días de licencia pagada, mientras que las madres tienen cinco meses.
Licencia por paternidad del Vaticano desata críticas en redes sociales
La notable diferencia en las medidas del Vaticano desató críticas en redes sociales, donde una persona declaró que tres días es apenas el tiempo necesario para aprender a instalar adecuadamente un asiento para niños en el coche.
Aunque el Vaticano emplea a sacerdotes y monjas que no tienen hijos dada la naturaleza de sus votos religiosos, la ciudad-estado en el centro de Roma emplea también a centenares de personas laicas que trabajan en la burocracia de la Santa Sede, en los Museos Vaticanos y en el cuidado del lugar.
Francisco ha lamentado frecuentemente lo que llama el “invierno demográfico” en Italia, donde las tasas de natalidad están entre las más bajas del mundo.
“Perros y gatos toman el lugar de los niños”, lamentó durante una audiencia general reciente. “Esta negativa a la paternidad y maternidad nos disminuye, nos quita humanidad. Y de esta forma la civilización se vuelve más vieja y carente de humanidad porque se pierde la riqueza de la paternidad y la maternidad. Y el país sufre”.
(Con información de AP)