El viernes por la mañana, se llevará a cabo un encuentro significativo en el Palacio Apostólico del Vaticano, donde el Papa Francisco recibirá al presidente de Colombia, Gustavo Petro, en una audiencia privada.

El propósito central de este encuentro será abordar y discutir a detalle el proceso de paz en Colombia.

Según confirmó la Oficina de Prensa de la Santa Sede, la cita tendrá lugar en la biblioteca privada del Palacio Apostólico en torno a las 10:30 de la mañana, para un diálogo privado sin cámaras ni periodistas. 

Los medios de comunicación del Vaticano registrarán en video los saludos entre ambos y también el tradicional intercambio de regalos posterior.

Está previsto que la comitiva del presidente de Colombia llegue en coche un cuarto de hora antes al Patio de San Dámaso.

El propio Petro había anunciado que se reuniría con el pontífice en Roma después de participar en el Foro Económico Mundial que se celebra en la ciudad suiza de Davos a través de su cuenta de X (antes Twitter).

"Vamos a hablar de la paz, la paz colombiana, en primerísimo lugar, con todo lo que eso implica, el papel de la Iglesia católica en la construcción de la paz colombiana que hasta ahora ha sido excepcional", señaló Petro ante periodistas durante un evento en la Casa de Colombia, en Davos, Suiza, según CNN.

Será la tercera vez que Petro se reúna con el Papa Francisco, pero la primera como jefe de Estado. 

En febrero de 2022 se vieron cuando todavía era precandidato a la presidencia de Colombia, y, en 2015, cuando era alcalde de Bogotá y acudió al Vaticano para participar en un coloquio sobre 'Esclavitud Moderna y Cambio Climático'.

Papa Francisco publica mensaje sobre el FEM

A través de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Papa Francisco declaró que el Foro Económico Mundial (FEM) se está llevando a cabo en un momento de ‘inestabilidad internacional’.

“El mundo de los negocios y las finanzas opera ahora en contextos económicos cada vez más amplios, en los que los Estados nacionales tienen una capacidad limitada para gobernar los rápidos cambios en las relaciones económicas y financieras internacionales”.

“Esta situación exige que las propias empresas se guíen cada vez más no sólo por la búsqueda de un beneficio justo, sino también por elevadas normas éticas, especialmente con respecto a los países menos desarrollados, que no deberían estar a merced de sistemas financieros abusivos o usureros. Un enfoque previsor de estas cuestiones resultará decisivo para alcanzar el objetivo de un desarrollo integral y solidario de la humanidad”.

Con información de Reforma y la Oficina de Prensa de la Santa Sede