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PARÍS, Fracia.- Las mujeres de París están finalmente autorizadas, en 2013, a vestir pantalones sin correr el riesgo de terminar presas.

Hicieron falta dos siglos para que el ministerio de Igualdad de Oportunidades derogase la ordenanza policial que se remonta a fines del siglo XVIII y dispone que las damas de la capital francesa no pueden cubrir las piernas, salvo por razones medicinales, según publica el sitio web ansa.it.

A continuación, dos circulares extendieron la excepción también para las mujeres en bicicleta o a caballo.

En los últimos años se habían multiplicado los intentos de suprimir la vetusta norma, que obviamente no tenía aplicación práctica alguna.

El último que lo intentó fue un senador de derecha, Alain Houpert (UMP), que el pasado julio había alertado de nuevo al gobierno sobre el "alcance simbólico" de ese texto, que podría "herir nuestras sensibilidades modernas".

Llegó así la decisión del ministerio de Igualdad de Oportunidades, publicada en el boletín oficial, que confirmó la incompatibilidad de la ley con "los principios de igualdad entre los sexos que están inscriptos en la Constitución", confirmando la derogación de la ordenanza.

La vieja norma, por la cual "toda mujer que desee vestirse de hombre debe presentarse ante la prefectura de policía para obtener autorización", concedida solo por razones médicas, había sido pronunciada en París el 17 de noviembre de 1799 porque allí nació el movimiento de los "sans culotte", figura emblemática de la Revolución Francesa.

Estos revolucionarios reivindicaban el derecho a usar pantalones largos en contraste con la burguesía, que usaba "culottes", unos pantalones que llegaban a la rodilla. Por solidaridad también las mujeres quisieron usar pantalones, pero la policía lo prohibió, estableciendo la controvertida ordenanza.