PEKÍN.- Viajar durante la pandemia se ha vuelto casi una hazaña para todos los que necesitan salir de su país por trabajo o placer y las autoridades en China no han facilitado las cosas pidiendo pruebas anales de COVID a algunos extranjeros.

De acuerdo a Global Times, el gobierno de Pekín solicita una serie de pruebas médicas a los pasajeros que hayan llegado al país en un vuelo con al menos 5 personas positivas a COVID; estas pruebas consisten en un hisopado anal, tests de hisopado nasofaríngeo y análisis de sangre y de esputo. Si un viajero proviene de un país en donde el virus está muy extendido o simplemente da positivo a una prueba, también se le solicitará lo anterior mencionado.

Esta información fue confirmada gracias a un empleado del Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades de Shanghái, además mencionó que el procedimiento que lleva a cabo el personal médico consiste en recolectar muestras de frotis nasales o de garganta de viajeros internacionales el tercer y séptimo día después de la llegada, mientras que los días 14 y 21 después de su llegada, se agregarían pruebas de hisopo anal.

Imagen de contexto/AP.

Tras recibir quejas de los residentes japoneses, el gobierno de Tokio pidió a Pekín remplazar las pruebas anales por las nasales. Los pasajeros se quejaron de que esta prueba causa "sufrimiento psicológico".

Finalmente el gobierno de Pekín defendió el uso de los hisopos anales ya que gracias a estos se ha incrementando la tasa de detección, identificando a los falsos negativos que arrojaban los tests nasales.

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