Presos políticos enfrentan infierno médico en Irán: denuncia HRW
A la activista Raheleh Rahimi-Pour, de 72 años, se le ha negado atención médica pese a padecer un tumor cerebral.
La crueldad por parte de las autoridades de Irán ha quedado expuesta por la ONG Human Rights Watch (HRW), que las denunció por negar atención médica a los presos políticos, como un medio ‘para silenciar la disidencia’ y causar sufrimiento innecesario.
Según la organización, testimonios de fuentes cercanas a la prisión de Evin, en Teherán, revelan que las autoridades no investigan los casos de negligencia médica y limitan deliberadamente el acceso a servicios de salud.
Esta práctica afecta especialmente a activistas que, según HRW, han sido encarcelados de manera injusta.
Injusticia y violación al derecho a la salud
“Muchos de estos presos fueron sometidos a juicios manifiestamente injustos y, en primer lugar, no deberían estar entre rejas”, aseveró Nahid Naghshbandi, investigadora en funciones sobre Irán de HRW.
“No solo están encarcelados injustamente, sino que además se les niega la atención médica, lo que viola su derecho a la salud y pone sus vidas en grave peligro”.
Raheleh Rahimi-Pour y Zeynab Jalalian: dos casos de abuso
Uno de los casos que cita HRW es el de Raheleh Rahimi-Pour, activista de derechos civiles de 72 años, quien padece un tumor cerebral y ha quien ‘se le ha negado reiteradamente el acceso a atención médica especializada’.
A pesar de que en agosto de este año se detectó que su tumor estaba creciendo, HRW declaró que las autoridades iraníes la devolvieron a su celda ‘sin recibir el tratamiento adecuado’.
Otro caso que deja en evidencia de lo cruel que puede ser el ser humano, es el de Zeynab Jalalian, condenada a cadena perpetua y recluida en la Prisión Central de Yazd. De acuerdo con lo señalado por la ONG, Jalalian fue forzada a ‘someterse’ a un escáner ‘con los grilletes puestos’.
Atención médica para los presos políticos debe ser un ‘sí’
Al destaparse este lado oscuro de la humanidad, Human Rights Watch (HRW) llamó a la comunidad internacional para que las autoridades en Irán garanticen que se les brindará atención médica a los presos políticos y se le ponga fin al uso de la salud como una herramienta de castigo.
“Negar a los presos el acceso a la atención médica no sólo viola su derecho humano a la salud, sino que pone en peligro sus vidas”, concluyó Naghshbandi.
Con información de Reforma