Agencias
EL VATICANO.- La reforma de la Curia sobre la que el papa Francisco está trabajando con el consejo de ocho cardenales, elegidos de los cinco continentes y nombrados el sábado pasado, puede tener entre sus temas centrales una importante revisión de la gestión económica de la Santa Sede.

En la óptica de dinamizar la pletórica estructura burocrática del Vaticano, de acuerdo a lo que pudo conocer ANSA, se consolida la idea de centralizar las competencias económico-financieras en un único "ministerio" vaticano de Economía, dio a conocer ansalatina.com

En ese súper-dicasterio deberían estar incluidos al menos la Prefectura de Asuntos Económicos, ya recientemente reforzada con poderes dirección y programación, la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) y las competencias económicas propias de la Gobernación de la Ciudad del Vaticano.

Sin embargo, el objetivo es más ambicioso: se necesitaría hacer entrar en esa estructura a todos los aspectos financieros bajo una gestión. De manera que dicasterios que disponen de finanzas propias puedan también estar interesados en la reforma. Como la Congregación de las Iglesias Orientales o la Congregación para la Evangelización de los pueblos (ex Propaganda Fide).

Se trata de una unificación motivada por las condiciones del balance no del todo rosa del Vaticano, que sugieren de por sí una racionalización en tal sentido, con un único centro de gastos y de programación, que no aparece de simple ejecución.

Propuesta "vieja"

La idea no es nueva e incluso naufragó en el pasado por la oposición de los "ministerios" con cartera. La propuesta de confiar la coordinación de todas las cuestiones económicas a una sola personas fue avanzada por Pablo VI ya por la comisión cardenalicia por él encomendada a estudiar las reformas de la Curia.

Las objeciones fueron tantas que hicieron desistir a Pablo VI de su iniciativa casi revolucionaria.

Ahora, retomando aquella idea, se pretende ir más allá, creando una única coordinación económica, esbozada 50 años atrás. Un avance basado en el pasado, indican fuentes bien informadas.

No se descarta, como hizo saber el coordinador del grupo consejero del Papa, el hondureño Oscar Rodríguez Maradiaga, que también el IOR, el Banco Vaticano, organismo hasta ahora autónomo, sea alcanzado por esa nueva configuración.

Francisco intenta así poner en orden las cuentas de la Iglesia.