Prioridad para Trump: producción y consumo de combustibles fósiles
‘Se verá un boom en Texas, Nuevo México y Carolina del Sur’, informó el IMCO.
Bajo la política energética impulsada por el presidente Donald Trump, Estados Unidos priorizará la producción y el consumo de combustibles fósiles.
Este enfoque representa una oportunidad para México, que podría beneficiarse del acceso a estos recursos.
Sin embargo, también plantea desafíos significativos: competir en costos y precios podría dificultar el objetivo de autosuficiencia energética de México, además de complicar los esfuerzos por avanzar en la transición hacia energías limpias, según señalaron expertos en el tema.
"Viene una época de uso de sobre todo de gas, de construcción en infraestructura, de volver hacer negocios con Canadá para la construcción de ductos gigantes. Se verá un boom en Texas, Nuevo México y hasta Carolina del Sur", anticipó Jesús Carrillo, director de Economía del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), a la espera de más detalles sobre los planes de Trump.
Ante este panorama, Carrillo planteó que el país podría aprovechar esta infraestructura que se conecta entre ambas naciones.
"Para México viene una oportunidad de tener infraestructura para aprovechar el gas natural más barato del mundo por más tiempo, y buscar opciones para importar tecnología y empezar a producir más gas natural".
Costos en las refinerías estadounidenses podrían pegar a México
No obstante, puntualizó que los costos de producción en las refinerías en Estados Unidos pueden impactar a los propios de México en un futuro, afectando al sistema de refinación nacional.
"Es un sistema (el mexicano) que produce muy caro; esto significa que tiene costos de oportunidad cada vez más elevados. La idea de producir nuestra propia gasolina teniendo una gasolina 'potencialmente barata' siempre tiene sus maneras de verse en costos y eficiencias".
Carrillo también destacó que la política energética de Trump impactará a los esfuerzos de transición energética en Estados Unidos y más allá de sus fronteras.
"Es un reverso de eje. Se había avanzando en muchos temas, por ejemplo, en materia de granjas eólicas. Se van a recortar todos esos proyectos de transición energética".
Por su parte, Trump ha mencionado que:
"Estados Unidos volverá a ser una nación manufacturera, y tenemos algo que ninguna otra nación manufacturera tendrá jamás; la mayor cantidad de petróleo y gas de cualquier país de la Tierra, y vamos a usarlo".
Felipe Mendoza, analista de mercados financieros en ATFX, añadió que, con la insistencia de Trump de regresar la producción de autos a Estados Unidos, está buscando hacer resurgir a las grandes empresas estadounidenses en su valor y cotización en la bolsa.
"Quiere controlar el mercado energético para poder ayudar a empresas tradicionales nuevamente a resurgir en su valor y en su cotización en bolsa. La idea de mantener controlado el consumo y la producción de autos eléctricos en Estados Unidos también lleva tintes de entender cómo quiere estar alineado con el mercado energético, especialmente con el sector petrolero, ya que sabemos claramente que la producción de autos eléctricos pone en vilo un poco el consumo de gasolina, de combustibles fósiles y le generó ciertos inconvenientes a las empresas tradicionales de Estados Unidos, como General Motors, Shell, Exxon, entre otras".
"Elon Musk ha sido uno de los grandes exponentes importantes en la campaña de Donald Trump y seguramente va a tener algún beneficio por haber estado en ese apoyo a la campaña", acotó.
Al asumir la presidencia de Estados Unidos nuevamente, Trump reveló que declarará una emergencia energética nacional a fin de impulsar la producción de petróleo y gas en su país, para así reducir los costos para los consumidores.
Con información de Reforma