Agencias.
BERLIN, Alemania.- Hace unas semanas se sorprendió Cati Holland cuando revisó su correo electrónico, pues sucede que tenía un mensaje que decía que tiene derecho a una compensación por la tienda de su abuela en Berlín, confiscada por los nazis hace más de 70 años.

El mensaje provino, señala la agencia AP, de una compañía israelí de genealogía que está utilizando el internet para identificar a los herederos de las propiedades que los nazis robaron a sus víctimas.

Holland, de 75 años, explicó que vive en Hadera, Israel, y que cuando era chica su abuela le contó "tantas historias sobre la tienda, sobre los hermosos vestidos y sombreros elegantes que hacían y los clientes ricos que los utilizaban (...)  que siempre pensamos que todo se había perdido después de que mis padres huyeron de los nazis. Nunca se nos ocurrió reclamar alguna indemnización".

La compañía MyHeritage contactó a su yerno Eran Karoly, quien publicó un árbol genealógico virtual que incluía a Recha Cohn, la abuela de Holland y propietaria de la tienda de Berlín, la cual se encontraba en el elegante bulevar Kurfürstendamm en la parte occidental de la ciudad.

Los abuelos de Holland escaparon a Sudamérica poco después de que los nazis subieron al poder en los primeros años de la década de 1930 y terminaron en Israel muchos años después.

Vence en 2014 el plazo de pagos

Desde la caída del Tercer Reich en 1945, Alemania ha pagado unos 70.000 millones de euros en indemnizaciones a las víctimas del Holocausto. Más de dos millones de personas han recibido pagos en una sola exhibición o una pensión mensual. 

El Ministerio de Finanzas alemán explica que ha pagado al Estado de Israel alrededor de 1.700 millones de euros.

La indemnización se destina a la Conferencia sobre Reclamos Materiales Judíos contra Alemania, una organización privada con sede en Nueva York que trabaja para garantizar el pago de compensaciones.

Pero el plazo vence, pues los descendientes tienen hasta 2014 para reclamar los activos de su familia si encuentran su propiedad original en una lista publicada por la Conferencia de Reclamos, denominada Late Applicants Fund (Fondo para Solicitantes Tardíos, en español).

Al paso de los años, la búsqueda de los herederos se ha complicado porque la mayoría de los sobrevivientes ya murieron y sus descendientes ignoran los activos que pertenecieron a su familia.

Ante la creciente demanda de uso que tienen las redes sociales, que ofrece al gobierno alemán nuevas oportunidades para rastrear a los herederos y cerrar uno de los capítulos más oscuros de la historia del siglo XX, Robert-Jan Smits, director general de la comisión de investigación y diseño de la Unión Europea, explicó que apenas estamos percatándonos del enorme impacto que las redes sociales tendrán en la historia del Holocausto".

Del papel cebolla a la digitalización

Con el auge que tienen las redes sociales y las bondades que ofrece la era tecnológica, el gobierno alemán, dice Robert-Jan Smits, está "pasando de archivos polvorientos a bases de datos digitalizadas".

Guilad Japhet, fundador y director general de MyHeritage, una página israelí de redes sociales con cerca de 70 millones de usuarios registrados, permite a los individuos reconstruir sus propios árboles genealógicos en línea.

Así como el caso de Holland, hace unos meses Japhet leyó un informe en torno a la lista de la Conferencia sobre Reclamos que contiene más de 40.000 edificios, almacenes y fábricas cuyos dueños originales no pudieron ser identificados.

Japhet cotejó algunos de los nombres contenidos en la lista con los millones de nombres que los usuarios han publicado en los árboles genealógicos de MyHeritage en línea, y dio con 150 nuevos herederos.

La página funciona con cinco empleados que crearon un programa informático que vincula automáticamente los nombres en la lista de la Conferencia sobre Reclamos con los de los árboles genealógicos virtuales.