El régimen talibán ha emitido una orden que afecta a todas las ONG, tanto nacionales como extranjeras, exigiendo el despido de todas las empleadas mujeres. 

De no cumplir con esta disposición, las organizaciones enfrentarán el riesgo de ser cerradas, lo que refleja una continuación de las políticas discriminatorias que han proliferado desde que los talibanes regresaron al poder hace más de tres años.

El Ministerio de Economía, encargado del registro y supervisión de estas entidades, compartió esta directiva a través de sus redes sociales, subrayando que es un recordatorio de una resolución anterior. 

La comunicación establece que ‘en caso de que las organizaciones no cooperen, se suspenderán todas las actividades de la parte infractora’ y se revocará su permiso de operación.

En este contexto, los talibanes reinstauraron restricciones sexistas similares a las que aplicaron durante su primer mandato, lo que ha llevado a la exclusión progresiva de las mujeres de los espacios públicos. 

En el ámbito educativo, las niñas han sido excluidas de la educación secundaria, lo que limita aún más sus oportunidades y derechos.

Prohíben ventanas que den a casas donde viven mujeres

Hibatulá Ajundzada, el líder del Emirato Islámico de Afganistán controlado por los talibanes, emitió un decreto que prohíbe la apertura de nuevas ventanas en edificios que den hacia otras viviendas donde puedan habitar mujeres. 

Además, el decreto aborda las ventanas ya existentes. Se estipula que aquellas que tengan una altura mínima equivalente a la de una persona deberán ser cubiertas para cumplir con las nuevas regulaciones. 

“Quienquiera que construya una estructura de su propiedad cuando la vivienda vecina esté a la distancia de una calle, no podrá instalar ventanas que den a la casa del vecino desde las que se pueda ver el patio o las zonas donde puedan sentarse o moverse mujeres”, señala el decreto.

Con información de Reforma e Infobae