Reportan caso de acoso sexual en base aislada en la Antártida
Un investigador sudafricano, que lleva más de un año en la base aislada SANAE IV, ha sido sometido a una evaluación psicológica.
Un investigador sudafricano, que lleva más de un año en la base aislada SANAE IV en la Antártida, fue sometido a una evaluación psicológica tras ser acusado de agresión y acoso sexual contra sus compañeros de misión.
El incidente fue reportado por el periódico Sunday Times, que tuvo acceso a un correo electrónico enviado a las autoridades el mes pasado, en el que se detallan ataques al líder de la base y amenazas contra otros miembros del equipo.
El mensaje alertaba sobre la situación crítica y pedía ayuda urgente. El remitente expresaba preocupación por su seguridad y mencionaba una presunta amenaza de muerte.
“Su comportamiento ha llegado a un punto que es profundamente perturbador. Sigo profundamente preocupado por mi propia seguridad, preguntándome constantemente si podría convertirme en la próxima víctima”, se leía en el correo, según el Sunday Times.
El Ministerio de Medio Ambiente de Sudáfrica, encargado de la misión, confirmó que el 27 de febrero recibió el informe sobre la agresión y que desde entonces ha intervenido de forma remota para mediar en la situación y mantener la comunicación diaria con la base.
También indicó que el presunto agresor aceptó voluntariamente una evaluación psicológica adicional, mostró remordimiento y presentó una disculpa formal a la víctima.
La base SANAE IV alberga a un equipo de nueve personas —científicos, un médico e ingenieros— que permanecerán allí durante 13 meses, enfrentando las condiciones extremas del invierno antártico, caracterizado por seis meses de oscuridad. Ubicada en un acantilado de la Tierra de la Reina Maud, la estación está rodeada de una gruesa capa de hielo y se encuentra a más de 4 mil kilómetros de Sudáfrica.
Dado que el acceso a la base es sumamente limitado y el próximo barco de suministros no llegará hasta diciembre, las autoridades decidieron no evacuar a ningún miembro del equipo.
Antes de iniciar la expedición, todos los participantes fueron evaluados psicológicamente para garantizar su capacidad de afrontar el aislamiento y las condiciones extremas del entorno, sin que se detectaran problemas previos.
Las bases de investigación en entornos remotos, como la Antártida y sus alrededores, pueden convertirse en escenarios de alta tensión debido al aislamiento y las duras condiciones de vida. Un ejemplo de ello ocurrió en la base sudafricana de la Isla Marion, un territorio cercano a la Antártida, donde en 2017 un conflicto personal escaló de manera alarmante. Según un informe del Parlamento de Sudáfrica, un investigador atacó la habitación de un colega con un hacha, aparentemente debido a un triángulo amoroso.
Los legisladores sudafricanos señalaron que los científicos en estas misiones a menudo enfrentan niveles de estrés significativamente altos.
El problema no se limita a una sola base o nación. Un informe publicado en 2022 por la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos, que supervisa el Programa Antártico estadounidense, reveló que el 59% de las mujeres que participaron en expediciones científicas a la Antártida reportaron haber sufrido acoso o agresiones.
Con información de AP
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