Agencias
MINEÁPOLIS, Minnesota.- El presidente Barack Obama contraatacó el viernes a los intentos republicanos de bloquear sus medidas económicas, dibujando un fuerte contraste que los demócratas esperan les traerá éxitos electorales en noviembre. Obama acusó a los republicanos de ser deliberadamente indiferentes a los problemas de Estados Unidos.

Las declaraciones de Obama en un pintoresco lago de Mineápolis fueron calificadas por la Casa Blanca como un discurso sobre economía, pero a juzgar por la forma en que Obama atacó a sus enemigos políticos frente a los vítores de unos tres mil 500 partidarios, los matices políticos eran menos que sutiles.

"Ellos no hacen nada, excepto bloquearme e insultarme", dijo un Obama indignado, teniendo como telón de fondo barcos de vela y una concha acústica en forma de castillo.

De acuerdo con The Associated Press, el presidente insistió en que mientras la nación trabaja para restaurar la prosperidad de la clase media después de la recesión, los republicanos del Congreso son el único impedimento.

Con tono jocoso, Obama le advirtió a la audiencia que estaba con ganas de "decir lo que está en mi mente", y acusó a los republicanos de dejar que la codicia y la paralización política perpetúen un sistema económico que está amañado contra las familias estadounidenses. Dijo que tiene la impresión de que los republicanos simplemente no sienten lo que los estadounidenses sufren.

"La actitud básica es que todo el mundo está loco. Si ustedes leen las letras pequeñas, resulta que las cosas que a ustedes les importan, en este momento, son las que los demócratas están proponiendo", dijo Obama.

Agregó que por esa razón él está buscando formas de avanzar sin el Congreso. Ante la falta de cooperación con el Congreso, el gobierno de Obama ha estado aplicando medidas ejecutivas, las cuales puede adoptar unilateralmente.

Es una estrategia que ha provocado la indignación de los republicanos, al grado de que el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, anunció planes de demandar al presidente por creer que se ha excedido en su autoridad. "Ellos deciden que van a demandarme por hacer mi trabajo", bromeó Obama.