Restauran 'fantasma' imperialista en La Habana

El capitolio de Cuba, muy parecido al de Washington, está en reconstrucción para ser sede del Parlamento.

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Aseguran que cuando el capitolio cumpla funciones parlamentarias podrá ser visitado como sedes legislativas de otras partes del mundo. (cubanitoencuba.com)
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Agencias
LA HABANA, Cuba.- El capitolio de La Habana está en reconstrucción para ser sede del Parlamento, pese a cargar con "el fantasma" político de parecerse al de Washington, lo que paradójicamente lo convierte en atracción turística.

"Los edificios no son culpables de lo que ocurre en ellos", comentó Eusebio Leal, historiador de La Habana, en respuesta al diario nacional Juventud Rebelde sobre el edificio construido en 1929 por el presidente Gerardo Machado, depuesto después por revolucionarios y en medio del crack bancario mundial del mismo año.

Según Leal, la reconstrucción actual del Capitolio habanero pasa por el cese de la lucha permanente "contra las fantasmas" en este caso históricos. "Hay un momento que se hace un punto final", estimó. 

El historiador divulgó que "la voluntad" del presidente cubano, Raúl Castro, "ha sido la restauración del monumento", que quizá en tres años más pueda ser la sede de actividades legislativas.

Historia del Capitolio

Una historia breve del edificio que una vez fue descrito como 'centro' de Cuba, indica que se construyó precisamente en 1929 por encargo del entonces presidente Machado, para ser sede del Congreso de Cuba, disuelto por la revolución del 1 de enero de 1959 encabezada por Fidel Castro, que fundó un sistema socialista.

Se reconoce que fue inspirado en el capitolio de los Estados Unidos, con su fachada neoclásica y una cúpula que alcanza los 91.73 metros de altura. 

El Historiador de La Habana consideró "fallidas" esas comparaciones porque "cuando miras al de Washington y al cubano, es como un huevo a una castaña. La cúpula es diferente, las dimensiones son distintas".

El capitolio de La Habana sirvió por décadas a las funciones del congreso de la "seudo república", una etapa así llamada en Cuba que se extendió desde 1902, cuando se fundó la República bajo la ocupación de Estados Unidos, hasta 1959.

Desde su construcción, el capitolio fue el punto simbólico de referencia "cero kilómetro" de todas las carreteras nacionales. 

Diamante ruso

Un diamante de 25 quilates, que perteneció al último zar de Rusia Nicolás II, fue colocado bajo la cúpula para marcar ese punto. Pero la piedra, que trajo a La Habana un joyero turco tras comprarla en París, fue robada el 25 de marzo de 1946 y recuperada el 2 de junio del año siguiente. 

La 'desaparición' levantó acusaciones contra políticos y policías corruptos.

El Capitolio no es monumento nacional indebidamente, ya que en su sala principal, por ejemplo, fue aprobada la Constitución de 1940, que en su tiempo fue descrita como una de las más avanzadas del mundo. 

Los turistas hacen cada día un desfile muy visible por las escalinatas del edificio. Quieren fotografiarse con este a sus espaldas. "Es más pequeño que el de Washington, pero se parece muchísimo", explicó a ANSA Elena, una española que visitó el 'original' en la capital estadounidense.

Leal aseguró que cuando el capitolio cumpla funciones parlamentarias podrá ser visitado en su interior como las sedes legislativas de otras partes del mundo.

"El capitolio es un monumento nacional. Lo fue y lo ha sido desde el momento de su construcción, como obra que se realizó en un tiempo récord, en la cual se emplearon los más preciosos materiales de Cuba y del mundo, y que se convirtió en un símbolo de la República ideal", explicó Leal. 

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