Rousseff enfrenta 'tormentas' en carrera por reelección

La Presidenta brasileña inicia el diseño de la estrategia con la que buscará un segundo mandato en el Planalto; la oposición y el descontento con el Mundial, los principales retos.

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El 2014 será un año muy intenso para la presidenta Dilma Rousseff. (politicargentina.com)
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Agencias
BRASILIA, Brasil.- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, nombró a Aloízio Mercadante como hombre fuerte del gabinete, a 8 meses de las elecciones en las que buscará su segundo mandato, en una campaña que de hecho ya comenzó y contará con el apoyo del exmandatario Luiz Lula da Silva, que formalizó su retorno durante un acto proselitista en Sao Paulo.

Lula da Silva expresó su solidaridad con altos miembros del PT presos por el escándalo del Mensalao (el mayor caso de corrupción en Brasil), un tema que posiblemente será parte del arsenal propagandístico de la oposición.

Luego de tres años de gobierno caracterizados por un gabinete predominantemente técnico, Rousseff modificó ese perfil hacia uno más político, adecuándose a las prioridades que fija la campaña electoral, con la designación de Aloízio Mercadante como jefe de la Casa Civil.

Senador y excandidato a la vicepresidencia de la República, Mercadante es un encumbrado dirigente del PT, y desde la semana pasada se convirtió en un virtual "primer ministro", de acuerdo con la visión de algunos analistas.

Su misión será articular las medidas de gobierno con la estrategia hacia las elecciones del 5 de octubre, para lo cual será el responsable del diálogo con el Congreso y con el comando de campaña petista, a cargo del presidente honorario de la agrupación, Lula da Silva.

Contra tormentas

Mercadante deberá disipar algunas tormentas que preocupan a Rousseff, en su condición de presidenta y candidata, entre ellas el descontento popular con la Copa del Mundo que amenaza derivar en manifestaciones masivas similares a las de 2013, durante la Copa de las Confederaciones.

"Este es un año muy intenso" y el gobierno es conciente de que si hay disturbios graves durante la Copa esto puede impactar negativamente en la imagen de la presidenta-candidata Rousseff, reconoció el secretario general de la Presidencia, Gilberto Carvalho, en diálogo con Ansa Latina.

El nuevo hombre fuerte del gobierno, Aloízio Mercadante, es un economista que también incidirá en algunas decisiones del ministerio de Hacienda, donde hay preocupación ante la posibilidad de que las agencias internacionales bajen el rating de la deuda brasileña en marzo.

En suma: el jefe de la Casa Civil tiene como objetivo hacer que Rousseff sea electa en la primera vuelta electoral, del 5 de octubre, pues sabe que si bien es la candidata con más intención de voto, en un balotaje podría ser derrotada por un frente único de los opositores.

El inicio

En principio, Mercadante tendrá superpoderes políticos y sólo se subordinará a Rousseff y a Lula da Silva.

El expresidente y líder del Partido de los Trabajadores encabezó el sábado un acto proselitista que, de hecho, marcó el inicio de la campaña electoral.

Lula da Silva fue el principal orador en un evento realizado en Riberao Preto, interior de Sao Paulo, junto al candidato a gobernador petista de ese estado, Alexandre Padilha, quien acaba de renunciar al cargo de ministro de Salud para dedicarse de lleno a la campaña.

Uno de los blancos de las críticas de Lula da Silva fue el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) del ex mandatario Fernando Henrique Cardoso, agrupación cuyos simpatizantes reciben el mote de "tucanes".

"Los tucanes, con semejantes picos, son bichos depredadores capaces de comer a sus crías", disparó Lula, recibiendo la aprobación de sus correligionarios del PT, como el candidato a gobernador Padilha.

Si bien las campañas electorales sólo pueden dar inicio, formalmente, luego de que son oficializadas las candidaturas, el evento del sábado que tuvo a Lula da Silva como personaje principal indica que la disputa electoral está en marcha.

La mayor preocupación

Esto vale también para la oposición, que la semana pasada realizó un acto con la presentación de su plataforma programática con Eduardo Campos, candidato presidencial del Partido Socialista, y Marina Silva, la dirigente ecologista y posible compañera de fórmula. 

Marina Silva es una de las preocupaciones mayores de Rousseff, Lula y Mercadante, ya que la exministra de Medio Ambiente obtuvo casi 20 millones de votos en 2010, lo que obligó a una segunda vuelta, finalmente vencida por Rousseff.

Durante el acto proselitista Lula sorprendió al pronunciar palabras de solidaridad con los exdirigentes del PT presos por su participación en el escándalo conocido como Mensalao, en el que hubo desvío de dinero público para financiar campañas y soborno de congresistas.

Nuevamente con su inconfundible voz ronca y recuperado del cáncer diagnosticado en 2011, Lula da Silva recordó a los correligionarios presos y luego tuvo palabras críticas hacia algunos ministros del Supremo Tribunal Federal, a los que reprochó un presunto interés político y ambición de publicidad.

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