El presidente ruso Vladímir Putin aprobó planes presupuestarios para 2025-2027 que fueron avalados por la Cámara Alta del Parlamento ruso el miércoles pasado, que contempla un aumento del 30% en el gasto militar ruso el próximo año, una suma récord para este rubro.

Este incremento refleja la intensificación de las tensiones entre Moscú y los países occidentales a raíz del conflicto en Ucrania. Según el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, una solución al conflicto aún está "muy lejos".

El presupuesto, que ya fue respaldado por la Duma Estatal (Cámara Baja), espera ahora la promulgación del presidente Vladimir Putin. Para 2025, la partida de Defensa alcanzará casi 13,5 trillones de moneda (aproximadamente 126.000 millones de dólares), lo que representa más del 6% del Producto Interior Bruto (PIB). En total, el 40% del presupuesto estará destinado a la defensa y la seguridad nacional.

En 2024, el presupuesto militar ya había experimentado un aumento sin precedentes del 70%, superando por primera vez al gasto social, y representando el 8,7% del PIB. Esta tendencia, según expertos, es parte de la estrategia del Kremlin de reorientar la economía hacia el esfuerzo belico.

El complejo militar-industrial ruso, que emplea a cientos de millas de personas, ha sido clave en esta transformación económica, aunque también ha contribuido al aumento de la inflación, calculada en 4,5% para 2025 y en 4% para los dos años. posteriores.

En una entrevista publicada en el diario oficial Rossíiskaya Gazeta , Lavrov afirmó que el conflicto en Ucrania no tiene una solución diplomática a corto plazo. "A juzgar por lo que está sucediendo en el campo de batalla, todavía estamos muy lejos de una solución política y diplomática de la crisis", afirmó.

Con este presupuesto, Rusia refuerza su enfoque militar, marcando una nueva etapa en el prolongado conflicto que sigue afectando tanto a la región como a la política global.

(Con información de DW y Proceso)