Agencias
SANTIAGO, Chile.- Un bebé de solo tres días de vida fue "sacrificado" en diciembre pasado por los integrantes de una "secta de autosanación" para salvar al mundo, reveló este jueves la Policía de Investigaciones (PDI, civil).

El lactante, hijo del líder de la secta, Ramón Castillo Gaete, de 35 años, autodenominado "Antares de la Luz" y de una integrante del grupo, Natalia Guerra, también de 35 años, murió quemado en una ceremonia ritual, de acuerdo con la fuente, según publica Notimex.

Castillo Gaete se autocalificaba como Dios y mantenía el dominio sobre un grupo de otras cuatro mujeres y tres hombres, utilizando el consumo de Ayahuasca -un alucinógeno natural amazónico- y actividades sexuales.

La madre del niño sacrificado, que fue acusada del delito de parricidio, terminó confesando el crimen gracias a la presión de su propia familia y tras ser confrontada con toda la evidencia recabada por la policía.

El subprefecto de la PDI, Miguel Ampuero, detalló en declaraciones a medios chilenos que Castillo Gaete "mantenía relaciones con las cinco mujeres y en una de estas circunstancias, una de ellas quedó en estado de gravidez".

El recién nacido fue caracterizado como "el anticristo", por lo que fue sacrificado "para salvar el mundo".

Castillo Gaete abandonó Chile el pasado 19 de febrero rumbo a Perú y contra él ya se ha emitido una orden de captura internacional.

"Era el único integrante de la secta que no tenía profesión, porque todos los demás eran profesionales. Teníamos una cineasta, publicista, veterinaria, todos tenían buenos trabajos", indicó el jefe policial.