Agencias
ATENAS, Grecia.- Un asesinato de trasfondo político y un grave episodio de intolerancia hacia una niña de la etnia rom (gitana) mientras pedía limosna, sacudió a Grecia y aumentó la tensión social en un país ya paralizado por la huelga general de dos días contra la política de austeridad del gobierno, con miles de personas en las calles.

La foto que muestra a una mujer empujando con el pie a una niña gitana que tocaba un acordeón para pedir limosna en un paso peatonal bajo la Acrópolis se volvió viral en Internet y obligó a las autoridades griegas a investigar el aparente abuso.

El sitio es frecuentado por niños romaníes para pedir limosna al tocar instrumentos o vender flores.

La imagen fue tomada por el fotógrafo de The Associated Press, Dimitris Messinis, en uno de los puntos turísticos más concurridos de Atenas, cerca de una estación del Metro y el nuevo Museo de la Acrópolis. 

No se informó por qué la mujer quería que la niña se fuera de la zona, pero su acción fue observada por muchos testigos.

Tras el revuelo causado por la publicación de la fotografía, el Departamento de Protección de la Infancia de la Seguridad del Ática inició una investigación para tratar de encontrar a la mujer.

Protestas y crimen

Se estima que al menos unas 10 mil personas en Atenas y siete mil en Tesalónica salieron a las calles para expresar su rabia y repudio a lo ocurrido, en protestas que registraron enfrentamientos entre la policía y los manifestantes la noche pasada.

El primer hecho involucra a un miembro del partido filonazi griego Amanecer Dorado (Chrysi Avghi), que confesó el asesinato del rapero Pavlos Fissas, de 34 años, militante del grupo de extrema izquierda Antarsia.

El autor del homicidio fue identificado como Yorgos Poupakias, de 45 años. La policía lo arrestó tras dar muerte en un riña por motivos políticos al rapero, de 34 años, en la noche del martes.

La pelea ocurrió en Keratsini, inmediaciones de Atenas, al término del partido de fútbol Olympiakos-Paris St. Germain por la Champions League.

El militante filonazi asesinó de tres cuchilladas al rapero, según el informe policial.

Todo comenzó con una acalorada discusión deportiva que derivó luego en política, dentro del bar. Cuando Fissas salió del local, fuera estaba Poupakias, que lo bloqueó y le asestó un golpe "de profesional", de acuerdo a testigos.

El artista de hip hop, que se exhibía como Lillah P., fue trasladado al hospital. Llegó a decir el nombre de su agresor, y poco después murió.

Tras ser hallado por la policía, Poupakias confesó ser el autor del homicidio, pero no admitió ser simpatizante de Alba Dorada.

Sin embargo, la policía supo que llamó a su esposa para pedirle que tirara a la basura su credencial de inscripción a la agrupación, que luego fue encontrada en un cesto de desperdicios fuera de su vivienda.

El asesinato desató una fuerte condena de las fuerzas democráticas del país, y en señal de protesta el sindicato Adedy (sector público) convocó a una manifestación, que se sumó a la huelga de 48 horas convocada por la misma central sindical contra la política de austeridad del gobierno.

El presidente Karolos Papoulias se pronunció al respecto, al afirmar que Grecia debe hacer mayores esfuerzos en la lucha contra el fascismo.

"Es tiempo de asumir las propias responsabilidades", dijo, a la vez que reclamó una mayor "resolución política" para combatir "este repugnante fenómeno".