Agencias
SAO PAULO, Brasil.- Una "rebelión" de la periferia de la Iglesia Católica, articulada por el obispo de Honduras, Óscar Maradiaga, más los brasileños Claudio Hummes y Raymundo Damasceno, logró torcer a la curia romana y hacer Papa a un latinoamericano argentino, indica el libro "Secretos del Cónclave", del periodista brasileño Gerson Camarotti, el único que le hizo una entrevista exclusiva televisiva, en julio pasado en Rio de Janeiro, al Papa Francisco.

El libro, que ganó una edición revisada tras el paso del Papa por la Jornada Mundial de la Juventud de Rio de Janeiro, exhibe los movimientos políticos desde 2005 en la iglesia latinoamericana que desembocaron en la elección del obispo de Buenos Aires como papa el pasado 13 de marzo.

"El principal nombre de la articulación del cónclave fue Maradiaga, de Honduras. El fue el 'kingmaker' y con los brasileños Hummes y Damasceno logró hacer una rebelión del bajo clero, los obispos de la periferia, asiáticos, africanos, latinoamericanos, porque estaban asustados con las disputas entre los dos grupos fuertes de la Curia Romana", dijo Camarotti, uno de los pocos periodistas que durante el cónclave incluyó como favorito, en la TV Globo de Brasil, a Bergoglio.

Camarotti contó en diálogo con ANSA Latina que el Maradiaga, titular de Cáritas, logró reunir al llamado Tercer Mundo frente a dos grupos del establishment vaticano que estaban enfrentados por los escándalos de pedofilia y de las finanzas: el del secretario de Estado, Tarciso Bertone y su antecesor, Angelo Sodano. Todo durante el papado de Benedicto XVI.

"Maradiaga, apuntó Camarotti, estaba enfrentado con Bertone y ya tenía experiencia en hacer articulaciones políticas. Había sido el actor entre bastidores en 2005 de la candidatura de Bergoglio en el cónclave de 2005, cuando es electo Joseph Ratzinger". Y subraya en el libro de editorial Geracao que la "capilaridad" de Maradiaga al frente de Cáritas lo convirtió en un experto en relaciones con los obispos de todo el mundo. "El factor sorpresa ayudó a Bergoglio a ser preservado de los ataques de la prensa italiana", se lee en "Secretos del Cónclave".

Según el periodista, con buenas fuentes entre la Iglesia Católica de Brasil, Benedicto XVI "le otorgó gran visibilidad" a un liderazgo latinoamericano a Bergoglio, entonces obispo de Buenos Aires. Bergoglio fue respaldado en el cónclave por dos brasileños clave: Hummes, obispo emérito de Sao Paulo y vinculado a los movimientos sindicales de los que surgió en los años 70 Luiz Lula da Silva, y Damasceno, el jefe de la Conferencia de Obispos de Brasil (CNBB), obispo de la ciudad paulista de Aparecida, donde Bergoglio condujo con muñeca política la Conferencia de Obispos Latinoamericanos en 2007.

"Esa conferencia en Aparecida (en coincidencia con la visita de Ratzinger a Brasil) no tenía consenso, todo divergencias. Existía una disputa de grupos más conservadores, más liberales, más a la izquierda, grupos más políticos. Bergoglio hizo un texto que agrupó a todos y dejó a todos contentos con un documento", dijo el autor. La Conferencia de Aparecida es el lugar donde Bergoglio ganó liderazgo político entre sus pares.

Para Camarotti, entre los cambios que se avecinan en la Curia Romana con la nueva línea del argentino Francisco en el Vaticano, está el reemplazo de su "número dos" y canciller, Bertone, por Pietro Parolin, de 58 años, actualmente nuncio en Venezuela, quien asumirá el próximo 15 de octubre.

Parolín, según Camarotti, "viene de un embate con un gobierno populista: no hay que olvidar que la nunciatura en 2007 en Venezuela fue agredida por militantes chavistas radicales". Para el periodista, a quien el papa elogió la investigación del libro, la designación de Parolín "es un mensaje del combate al populismo y a gobiernos autoritarios en América Latina".