Agencias
SANA, Yemen.- En una maniobra agresiva para tomar el poder en Yemen, rebeldes chiíes arrestaron a más de 100 miembros del partido político rival islamista, entre ellos dos líderes suníes, informó el partido a través de un comunicado el domingo.

El partido Islah, el brazo de la Hermandad Musulmana en Yemen y quien tradicionalmente gira en torno al poder en Yemen, ha declarado su apoyo a la campaña de bombardeo de la coalición liderada por Arabia Saudí contra los rebeldes y sus aliados. 

A los rebeldes chiíes, conocidos como hutíes, se les han unido las fuerzas de seguridad leales al presidente derrocado Alí Abdalá Salé -cuyos partidarios controlan las fuerzas de elite y grandes unidades de combate en las fuerzas militares yemeníes, informa The Associated Press.

La campaña liderada por Arabia Saudí, que se encuentra en su 11mo día, busca frustrar los avances de los rebeldes, que en septiembre se apoderaron de la capital Saná y posteriormente obligaron al presidente Abed Rabbo Mansour Hadi a huir a Aden, la segunda ciudad más grande de Yemen en el sur del país, después de colocarlo bajo arresto domiciliario. 

La fuerza conjunta de hutíes y partidarios de Salé ahora se enfila a Aden y pretende afianzar su control en esta empobrecida nación de 25 millones de habitantes que hace frontera en el sur con Arabia Saudí.

Hadi huyó a Arabia Saudí y la campaña de la coalición aún no ha logrado frenar los intentos de los rebeldes por tomar el control del sur.

La campaña de detenciones durante la noche tuvo como objetivo a los líderes del partido Islah, Mohammed Qahtan y Hassan al-Yaeri, junto con 120 personas más, indicó el grupo en un comunicado en su página de internet.

También el domingo, funcionarios médicos dijeron que los bombardeos de la coalición en Dhale, una ciudad sureña de la que los rebeldes tratan de apoderarse a fin de crear un corredor a Aden, mataron al menos a cinco civiles, aparentemente cuando un misil dio en una zona residencial. Los funcionarios hablaron a condición de mantener el anonimato porque no están autorizados para hablar con los medios.