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BEIRUT.- El alto el fuego de cinco horas decretado en Guta Oriental, en Siria, no logró ayer sus objetivos en su primer día de aplicación: un niño murió en ataques de las fuerzas del gobierno sirio, los civiles no abandonaron la zona y tampoco entró ayuda humanitaria a este enclave rebelde cercano a la capital, Damasco.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) aseguró que un niño murió y 16 personas resultaron heridas en nuevos bombardeos aéreos y ataques de artillería por parte de las fuerzas del gobierno.

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La violencia continuó así en esta región, sometida a asedio desde 2013 y castigada con una de las peores olas de ataques en los casi siete años de guerra, que ha dejado 570 civiles muertos en nueve días, según los activistas.

El alto el fuego había sido ordenado el lunes por el presidente ruso, Vladimir Putin –el principal aliado del gobierno sirio de Bashar al-Assad– a partir de ayer y durante cinco horas al día, entre las 9:00 y las 14:00 horas locales, después de que el sábado el Consejo de Seguridad de la ONU pidiera en una resolución una tregua de 30 días en todo el país.

El objetivo era crear las condiciones para permitir el envío de ayuda humanitaria y abrir corredores para que los civiles puedan abandonar el lugar. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cientos de heridos graves deben abandonar la zona de inmediato para recibir tratamiento médico.

La situación humanitaria en Guta Oriental es dramática: faltan alimentos, medicamentos, así como combustible para calentarse en el pleno invierno, en la región donde unas 400 mil personas permanecen aisladas, debido al asedio impuesto por las tropas del gobierno en 2013. “Falta de todo”, dijo el director de cooperación internacional de la Cruz Roja alemana, Christof Johnen.

Con información del portal de noticias Excélsior.