Un sismo de magnitud 4.8 azotó la comunidad pesquera de Buan, en el suroeste de Corea del Sur, durante las primeras horas del miércoles (hora local), causando daños menores, sin reportes de heridos.

El temblor, con una profundidad estimada de 8 kilómetros (5 millas), es el más fuerte registrado en el país este año.

El movimiento telúrico provocó grietas en muros, desprendimiento de baldosas y la caída de objetos de los anaqueles en varias tiendas.

La Agencia Nacional contra Incendios confirmó ocho casos de daños menores en propiedades de Buan y la cercana ciudad de Oksan, incluyendo muros agrietados en residencias y un almacén, al menos dos desprendimientos de baldosas y una ventana rota.

Jo Yoo-jin, funcionaria del cuerpo de bomberos de la provincia de Joella del Norte, informó que las autoridades recibieron alrededor de 80 llamadas de residentes que sintieron el temblor.

En otras regiones, se recibieron más de 200 llamadas similares, con 38 provenientes de la provincia central de Chungcheon del Norte y siete de la capital, Seúl.

El primer ministro surcoreano, Han Duck-Soo, instruyó a los funcionarios para que permanezcan alerta ante posibles réplicas y se preparen para evacuar a los residentes de manera segura, además de proteger infraestructura clave como centrales eléctricas y redes de transporte.

La Comisión de Protección y Seguridad Nuclear de Corea del Sur afirmó que el sismo no afectó la seguridad de las centrales nucleoeléctricas del país. Tras realizar inspecciones de emergencia, no se encontraron anomalías.

Aunque los residentes de Buan y áreas circundantes experimentaron momentos de incertidumbre y alarma, la rápida respuesta de las autoridades y la ausencia de heridos destacan la efectividad de las medidas preventivas y de emergencia implementadas en Corea del Sur.