Solidaridad internacional crece tras sismo que sacudió a Myanmar
En un comunicado, la ONU enfatizó la necesidad de garantizar un entorno seguro para la distribución efectiva de la ayuda en Myanmar.
El número de víctimas mortales por el potente terremoto que sacudió Myanmar el 28 de marzo sigue aumentando. Este sábado, la prensa estatal informó que la cifra de fallecidos ha alcanzado los 3,354.
Mientras tanto, las agencias de Naciones Unidas y organizaciones internacionales continúan reforzando sus esfuerzos para hacer llegar ayuda de emergencia a las zonas afectadas.
El sismo, de magnitud 7,7, ha sido uno de los más destructivos en la historia reciente del país. Golpeó con fuerza seis regiones, incluida la capital administrativa, Naipyidó, dejando a su paso cortes masivos de electricidad, interrupciones en las comunicaciones y graves daños en la infraestructura vial. Esta combinación de factores ha dificultado la evaluación completa de los daños.
Además de la destrucción material, el terremoto agudizó la ya crítica situación humanitaria provocada por el conflicto armado interno. La ONU estima que más de tres millones de personas están desplazadas dentro del país y cerca de 20 millones requieren asistencia urgente.
EL SEGUNDO TERREMOTO MÁS FUERTE REGISTRADO EN MYANMAR
El líder de la junta militar, general Min Aung Hlaing, calificó el evento como el segundo terremoto más poderoso registrado en la historia del país, solo superado por el sismo de magnitud 8 ocurrido en 1912. De acuerdo con el diario estatal Global New Light of Myanmar, además de los más de 3,300 fallecidos, se han reportado 4,850 heridos y 220 personas desaparecidas.
Los equipos de rescate han logrado salvar a 653 personas atrapadas entre los escombros.
ENTRE LA GUERRA Y LA CATÁSTROFE NATURAL
La tragedia golpea a Myanmar, un país que desde el golpe militar de 2021 que derrocó al gobierno democrático de Aung San Suu Kyi, vive un conflicto armado entre el ejército y diversos grupos de resistencia.
Según analistas, estos grupos controlan actualmente más territorio que las propias fuerzas armadas.
En este contexto, el Consejo de Seguridad de la ONU emitió un llamado urgente para incrementar los esfuerzos de rescate y ayuda humanitaria. En un comunicado oficial, enfatizó la necesidad de garantizar un entorno seguro para la distribución efectiva de la ayuda, sin restricciones ni discriminación, incluso en zonas controladas por la resistencia.
COOPERACIÓN INTERNACIONAL Y ACTIVIDAD DIPLOMÁTICA INUSUAL
El terremoto ha generado una ola de solidaridad poco habitual para Myanmar, país que en los últimos años ha estado aislado diplomáticamente debido a las sanciones impuestas por violaciones a los derechos humanos.
De acuerdo con el portavoz militar Zaw Min Tun, al menos 18 países ofrecieron ayuda humanitaria, y más de 60 vuelos internacionales transportaron personal de rescate y suministros.
El Reino Unido, por ejemplo, incrementó su contribución hasta un total de 32 millones de dólares.
Con información de AP