Primer gran ataque de 'primavera' de talibanes en Afganistán

Alrededor de 30 muertos y más de 300 heridos fue el saldo del atentado que iba dirigido contra los servicios de inteligencia afganos.

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Oficiales de seguridad inspeccionan el lugar donde se ha producido un atentado cerca del Ministerio de Defensa en Kabul, Afganistán. (EFE)
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EFE
KABUL, Afganistán.- Los talibanes asestaron hoy un duro golpe al Gobierno de Ashraf Gani con un atentado que ha dejado 30 muertos y más de 300 heridos en Kabul y que iba dirigido contra los servicios de inteligencia afganos, en su primer gran ataque tras el lanzamiento de la denominada ofensiva de primavera.

El atentado se produce en momentos en que el Gobierno trata de mantener viva a duras penas la oferta de diálogo a los grupos insurgentes del país y ha llevado al jefe de Gobierno, Abdulá Abdulá, a suspender temporalmente una visita a Pakistán que, según su gabinete de prensa, llevaba planeando dos años, renovando las acusaciones de Kabul a Islamabad por el apoyo a los talibanes.

Una semana después de haber anunciado el inicio de su habitual ofensiva anual, a las 8.55 de hoy hora local (4.25 GMT), un camión bomba explotó en una zona de estacionamiento y tiendas de reparación de vehículos situada en un área de alta seguridad de la capital afgana.

El lugar, ubicado pared con pared con el destacamento encargado de la seguridad de altos oficiales de las Fuerzas Armadas y del Gobierno, se convirtió en una sangría de muertos y heridos, en su mayor parte civiles.

El jefe del Departamento de Emergencias del Ministerio de Interior, Homayoon Aini, indicó que el atentado iba dirigido contra el Directorio Nacional de Seguridad de Afganistán (NDS), los servicios de inteligencia afganos.

Talibanes ganaron terreno en zonas de Afganistán tras el fin de la misión de combate de la OTAN en 2014 y desde finales de 2015 controlan casi un tercio del país

Otro atacante inició a continuación un tiroteo y fue abatido media hora después por las fuerzas afganas.

El atentado se saldó con 30 muertos y 327 heridos, de los que 180 quedaron ingresados en hospitales, de acuerdo con el último balance de las autoridades afganas.

Los talibanes reivindicaron el atentado y afirmaron en un comunicado que un tercer atacante pudo huir tras haber dejado 92 muertos y más de un centenar de heridos en el edificio oficial, aunque los insurgentes suelen dar información exagerada sobre el alcance de sus acciones.

Los insurgentes indicaron que sólo hubo civiles heridos al ser alcanzados por cristales rotos, ninguno de ellos grave.

"Este ataque fue el mayor golpe y deja un mensaje crucial a los invasores y su secuaz", añadieron en alusión a las tropas extranjeras desplegadas en el país y al Gobierno de Gani.

Abdulá declaró a periodistas durante una visita al lugar del atentado que los talibanes "intentaron con este ataque suicida vengar su derrota" en otras partes del país.

Las autoridades afganas aseguran haber contenido a los insurgentes en los ataques que han lanzado en la última semana en al menos 13 de las 34 provincias afganas, tras intensos combates en los que afirman que decenas de insurgentes han muerto.

El portavoz de Adbullah, Javid Faisal, confirmó a Efe que el jefe del Ejecutivo decidió posponer una visita oficial al país vecino prevista a comienzos de mayo hasta ver "si es probado que fue planeado en Pakistán".

"Los esfuerzos de paz no significan que olvidemos la guerra", aseveró Abdulá.

El Gobierno afgano viene impulsando un proceso de diálogo con el apoyo del Grupo a Cuatro (G4, que integran Afganistán, Pakistán Estados Unidos y China) y que ha sido rechazado reiteradamente por los talibanes liderados por el mulá Mansur.

Ante esta situación, el Ejecutivo de Gani lanzó la pasada semana su primer plan operativo militar quinquenal para hacer frente a un conflicto de larga duración.

El anuncio fue acompañado por la advertencia de que el Gobierno combatirá con toda su fuerza a los insurgentes que no acepten el diálogo lanzado en enero con apoyo del G4 para acabar con casi quince años de guerra desde la invasión del país en 2001 por las tropas estadounidenses.

Los talibanes han ganado terreno en zonas de Afganistán tras el fin de la misión de combate de la OTAN en 2014 y desde finales de 2015 controlan casi un tercio del territorio afgano, según un informe del Inspector General para la Reconstrucción de Afganistán de EU (Sigar).

Estados Unidos mantiene unos nueve mil 800 soldados en Afganistán, de los que cerca de la mitad seguirán más allá del final del mandato del presidente estadounidense, Barack Obama, en enero de 2017.

La OTAN, por su parte, mantendrá a cerca 12 mil soldados hasta finales de 2016, un año más de lo previsto, por la inseguridad en el país. 

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