La victoria de Donald Trump en las elecciones del 5 de noviembre le otorga inmunidad temporal contra varias de las causas penales que enfrenta.

Una de las consecuencias de su triunfo es la aplicación de la doctrina del Departamento de Justicia de EE. UU., que establece que un presidente en ejercicio no puede ser procesado penalmente, permitiendo a Trump evitar, al menos temporalmente, las consecuencias legales de sus casos abiertos.

Con la victoria de Trump, importante recordar la reciente decisión de la Corte Suprema en Trump v. United States (2024), que afirma que presidentes tienen amplio margen para actuar bajo figura de inmunidad presidencial. pic.twitter.com/iBCe2dAMff

— David Mauricio Castrillon Kerrigan 孔天威 (@Fortencrantz) November 6, 2024

En Washington, el fiscal especial Jack Smith acusó a Trump de conspiración para defraudar al Gobierno y obstruir un procedimiento oficial relacionado con sus intentos de revertir los resultados de las elecciones de 2020.

La jueza Tanya Chutkan, encargada del caso, accedió a la solicitud de suspender los plazos procesales y fijó una nueva revisión para el 2 de diciembre, lo que deja el proceso en un limbo mientras Trump mantenga la presidencia.

Trump también enfrenta cargos en otros casos. En Atlanta, se le acusa de intentar manipular los resultados de las elecciones en Georgia, un caso que ahora podría quedar en pausa debido a su inmunidad como presidente.

Impacto de la inmunidad presidencial en los casos de Trump

Asimismo, el proceso por la retención ilegal de documentos clasificados en Mar-a-Lago está en riesgo de quedar sin efecto, especialmente tras la decisión de la jueza Aileen Cannon de archivar el caso, decisión actualmente apelada.

La victoria electoral de Trump tiene un impacto directo en estos procedimientos, ya que el expresidente ha manifestado su intención de destituir a Jack Smith y nombrar a un fiscal general que retire las acusaciones en su contra. La posible designación de un nuevo fiscal general podría influir en el resultado de estos procesos.

Además, el caso de Stormy Daniels en Nueva York, donde Trump fue declarado culpable de 34 delitos, también se ha retrasado hasta el 26 de noviembre. Este aplazamiento representa una importante ventaja para Trump, quien podría recurrir la decisión al asumir nuevamente la presidencia.

La situación judicial de Trump ha generado un debate sobre los límites de la inmunidad presidencial y sus posibles repercusiones en la justicia y la política estadounidenses.

(Con información de El País)