Cuatro días después del intento de asesinato contra el expresidente Donald Trump durante un mitin de campaña en Pensilvania, la información sobre su estado de salud sigue siendo escasa. Hasta ahora, el equipo de campaña de Trump ha evitado proporcionar detalles sobre las heridas, el tratamiento recibido en el hospital o posibles efectos a largo plazo en su salud.

El incidente ocurrió cuando un hombre armado abrió fuego, obligando a Trump a lanzarse al suelo y cubrirse la oreja. A pesar de la gravedad del ataque, la campaña de Trump se limitó a informar que estaba "bien" y que estaba siendo atendido en una instalación médica local, sin ofrecer más detalles.

Trump utilizó su red social Truth Social para informar que había recibido un disparo en la oreja derecha.

 "Supe de inmediato que algo estaba mal luego de que escuché un zumbido, disparos, y de que inmediatamente sentí la bala atravesar la piel", escribió.

El exmandatario ha aparecido en la Convención Nacional Republicana con un vendaje sobre la oreja derecha, pero no ha brindado información adicional sobre su condición.

A diferencia de otros presidentes y candidatos que han sufrido ataques similares, Trump ha mantenido en secreto los detalles de su tratamiento médico. En 1981, después del intento de asesinato del presidente Ronald Reagan, el hospital que lo atendió proporcionó actualizaciones regulares sobre su estado de salud.

El representante republicano por Texas, Ronny Jackson, quien fue el médico de Trump en la Casa Blanca, declaró en un podcast que a Trump le faltaba una parte de su oreja, pero que la herida sanaría. "Tuvo suerte", dijo Jackson.

"Fue lo suficientemente lejos de su cabeza para que no haya efectos de conmoción por la bala".

Eric Trump, hijo del expresidente, confirmó en una entrevista con CBS que su padre no necesitó puntos de sutura, pero que tiene una "bonita herida superficial". Hasta la fecha, no ha habido más información oficial sobre la salud de Trump.

(Con información de The Associated Press)