Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, volvió a generar controversia en insistir que Canadá debería convertirse en el estado 51 de su país.

Estas declaraciones surgen poco después de que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunciara su renuncia en medio de una crisis política. 

En un mensaje publicado en Truth Social, Trump afirmó:

“Muchas personas en Canadá aman la idea de ser parte de Estados Unidos. Si se fusionaran con nosotros, no habría aranceles, los impuestos bajarían y tendrían total seguridad frente a amenazas de Rusia y China”.

Many people in Canada LOVE being the 51st State. The United States can no longer suffer the massive Trade Deficits and Subsidies that Canada needs to stay afloat. Justin Trudeau knew this, and resigned. If Canada merged with the U.S., there would be no Tariffs, taxes would go way…

— Donald J. Trump Posts From His Truth Social (@TrumpDailyPosts) January 6, 2025

La propuesta del mandatario electo se presentó como una solución a los conflictos comerciales y de seguridad entre ambas naciones. 

Esta no es la primera vez que Trump menciona la posibilidad de anexar Canadá. En noviembre de 2024, durante una reunión en Mar-a-Lago con Trudeau, Trump insinuó por primera vez esta idea, aunque entonces fue tomada como una broma. Sin embargo, las recientes declaraciones han generado especulación sobre sus intenciones reales. 

Renuncia de Trudeau podría influir en las relaciones bilaterales de EU

Además, Trump amenazó con imponer aranceles del 25 % a todos los productos canadienses si no se aborda el flujo de migrantes y drogas provenientes del país.

Estas tensiones comerciales ya habían sido discutidas entre ambos líderes en su encuentro del año pasado, cuando Trudeau intentó evitar medidas económicas severas por parte de Estados Unidos. 

La renuncia de Trudeau ha dejado a Canadá en un momento de incertidumbre política, lo que podría influir en las relaciones bilaterales con Estados Unidos.

Por su parte, las declaraciones de Trump han sido recibidas con críticas en redes sociales y en la política canadiense, donde muchos consideran la propuesta como una amenaza a la soberanía nacional. 

Con información de Sin embargo