Durante un reciente discurso en Savannah, Georgia, el expresidente Donald Trump anunció su intención de imponer aranceles del 100% sobre los automóviles importados de México, con el objetivo de evitar que las empresas estadounidenses trasladen sus operaciones al extranjero.

“Quiero que las compañías automotrices alemanas se vuelvan compañías automotrices estadounidenses. Quiero que construyan sus plantas aquí”, declaró Trump, enfatizando su deseo de revitalizar la manufactura automotriz en Estados Unidos.

Donald Trump acusó que México se aprovecha de #EUA, y amagó por terminar la relación comercial, “No vamos a comerciar con ustedes, no haremos tratos con ustedes, no vamos a dejar que vendan sus autos e impondremos aranceles de 100 o 200%”. pic.twitter.com/vvPa5NZwnI

— Azucena Uresti (@azucenau) August 20, 2024

Trump argumentó que la única manera de evitar el gravamen sería que las automotrices fabriquen los vehículos en territorio estadounidense. Esta propuesta, sin embargo, ha generado preocupaciones sobre sus posibles efectos en la industria automotriz.

Actualmente, muchas automotrices producen vehículos en México debido a los menores costos laborales y a acuerdos comerciales favorables, lo que les permite mantener márgenes de ganancia.

Expertos advierten que si las fábricas alemanas aumentan su producción en EE. UU., tendrían que reducir la producción en Alemania, lo que podría afectar su eficiencia operativa. “No tiene sentido”, comentó Sam Abuelsamid, analista de investigación de Guidehouse Insights.

Propuestas controversiales de Trump para la industria automotriz

El exmandatario también propuso crear un embajador especial para atraer a fabricantes extranjeros, además de reducir la tasa fiscal corporativa del 21% al 15% solo para las empresas que operen en EE. UU.

En contraposición, la actual vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris busca aumentar la tasa impositiva corporativa al 28%. Trump afirmó que sus propuestas crearían “millones de empleos” y sugirió que se podrían retirar regulaciones ambientales para fomentar la producción energética.

Sin embargo, las propuestas de Trump han sido recibidas con escepticismo, ya que los economistas advierten que los consumidores podrían enfrentar mayores costos. Además, se han planteado dudas sobre la viabilidad de sus planes, dado su historial de promesas no cumplidas en cuanto a atracción de inversiones extranjeras.

En este contexto político, el gobernador de Georgia, Brian Kemp, no asistió al evento de Trump, lo que ha suscitado especulaciones sobre la competitividad política en el estado a medida que las elecciones se acercan. “Muchas personas tienen diferencias personales. Eso no significa que alguna de ellas sea mala”, comentó Heather Mathis, una asistente al evento.

(Con información de The Associated Press)