La Unión Europea ha decidido posponer hasta mediados de abril la aplicación de aranceles en represalia por el incremento de impuestos que Estados Unidos impuso a las importaciones de acero y aluminio. Así lo informaron altos funcionarios del bloque.

Inicialmente, la Unión Europea tenía previsto aplicar medidas arancelarias en dos fases, el 1° y el 13 de abril, sobre productos estadounidenses valorados en aproximadamente 26.000 millones de euros (28.000 millones de dólares). 

Estas tarifas no solo afectarían al acero y el aluminio, sino también a productos como carne de res, aves de corral, bourbon, motocicletas, mantequilla de maní y jeans.

No obstante, la administración de Donald Trump anunció su intención de responder con aranceles recíprocos, argumentando que busca equilibrar las tasas impositivas que otros países aplican a las importaciones estadounidenses. 

Se espera que estas nuevas medidas por parte del gobierno estadounidense sean anunciadas el 2 de abril.

¿Por qué la UE pospuso la llegada de aranceles?

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, explicó que la decisión de retrasar la entrada en vigor de los aranceles responde a la necesidad de encontrar el equilibrio adecuado entre la protección de los productores, exportadores y consumidores europeos, minimizando al mismo tiempo cualquier impacto negativo en la economía del bloque.

Por su parte, el Comisionado de Comercio de la Unión Europea, Maroš Šefčovič, quien ha mantenido conversaciones con funcionarios estadounidenses para evitar una escalada comercial, advirtió que la situación sigue siendo ‘fluida y volátil’. 

Según Šefčovič, el aplazamiento de aranceles permitirá evaluar mejor el impacto de las medidas anunciadas por Trump y ajustar la respuesta europea en consecuencia.

“Esto también nos daría tiempo para negociaciones con nuestros socios estadounidenses para tratar de encontrar una solución mutuamente aceptable, lo cual claramente sería lo preferente para nosotros”.

A pesar de estas tensiones, Von der Leyen reiteró la postura de la Unión Europea en contra del uso de aranceles como herramienta comercial.

“Creemos que los aranceles son malos. Son como impuestos. Son malos para los consumidores. Son malos para los negocios a ambos lados del Atlántico sin lugar a dudas”, puntualizó.

Con información de AP