EFE
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco tuvo hoy unas palabras para las víctimas del "violento terremoto que ha golpeado Ecuador" e invocó "la ayuda de Dios y de los hermanos" para que otorgue a los afectados "fuerza y apoyo".

"Esta noche un violento terremoto ha golpeado Ecuador, causando numerosas víctimas e ingentes daños. Recemos por su población, y también por la de Japón, donde se han registrado algunos terremotos estos días", dijo el Papa tras el rezo del Regina Coeli, que sustituye al Ángelus en periodo pascual.

Francisco pidió "la ayuda de Dios y de los hermanos para que les conceda (a los afectados) fuerza y apoyo".

Ecuador registró durante la pasada noche un terremoto en el norte de su región costera de 7,8 grados en la escala abierta de Richter, que se ha saldado con la muerte de al menos 77 personas y centenares de heridos, de acuerdo al balance provisional.

Recordó visita a refugiados

Asimismo, el Pontífice recordó hoy la visita que realizó el sábado al campamento de refugiados de la isla griega de Lesbos, en el que aseguró haber visto "mucho dolor" entre sus habitantes, muchos de ellos niños.

"Agradezco a todos aquellos que me han acompañado con su oración la visita que realicé ayer a la isla de Lesbos, en Grecia. A los refugiados y al pueblo griego he portado la solidaridad de la Iglesia", dijo.

Francisco visitó la isla helena, destino para numerosos refugiados en su éxodo hacia Europa, junto al patriarca Bartolomé de Constantinopla y el arzobispo de Atenas y toda Grecia Jerónimo II.

"Hemos visitado uno de los campos de refugiados. Provenían de Irak, de Afganistán, de Siria, de África... de muchos países. Hemos saludado a alrededor de 300 refugiados, uno a uno. Muchos de ellos eran niños, algunos de ellos han asistido a la muerte de padres y compañeros, algunos de ellos ahogados en el mar", recordó.

"He visto mucho dolor", clamó el pontífice ante los cientos de fieles que este domingo asistieron a la plaza de San Pedro del Vaticano para asistir al tradicional mensaje que el papa pronuncia desde la ventana del Apartamento Apostólico.

En este sentido Francisco narró "un caso particular" que conoció durante su visita al centro de refugiados de Moria.

"Un hombre joven, no tenía 40 años, le he visto con sus dos hijos. Él es musulmán y me ha explicado que estaba casado con una cristiana, se amaban y se respetaban mutuamente. Pero desgraciadamente esta mujer fue asesinada por los terroristas porque no quiso negar a Cristo y abandonar su fe", explicó.

"Es una mártir. Ese hombre lloraba mucho", subrayó Francisco.

Tras su visita a la isla griega, de apenas cinco horas, Francisco regresó a Roma con doce refugiados sirios que se encontraban en el campamento abierto de Kara Tepé, en Lesbos, después de huir de la guerra en sus países.