Millones de venezolanos dejan sus viviendas

Cuestan un 70 u 80% menos que hace cuatro años, prefieren dejarlas cerradas que dar a rentar.

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Las casas y apartamentos vacíos en Venezuela en ocasiones son invadidos. (Foto: El Tiempo)
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Agencia
CARACAS, Venezuela.- El reloj  está detenido a las 10:40 y los cepillos de dientes siguen sobre el lavamanos. Nadie los usa. La casa abandonada de Francisco Rojas, fruto de años de esfuerzo, es un vestigio de la migración venezolana. 

En la nevera del antiguo hogar de Francisco y su esposa Elena hay hielo. En el bar, la botella casi vacía del ron de su despedida. Hace tres años metieron lo esencial en cuatro maletas y partieron, asfixiados por la crisis socioeconómica

A Elena, de 33 años, le ofrecieron un puesto en Ecuador y no dudaron: en un mes gana lo que en Caracas le tomaba cuatro años. Aunque hubiese ayudado, no vendieron el apartamento, en el este de Caracas, porque se ha depreciado 50 por ciento

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“Queríamos ver cómo nos iba. Ahora que estamos establecidos no venderemos”, dijo desde Guayaquil este periodista deportivo de 28 años. Apartamentos donde nunca se enciende la luz, estacionamientos vacíos o carros cubiertos, y buzones llenos de correspondencia atestiguan el abandono en varias ciudades. 

El fenómeno es tal que se ofrecen servicios para administrar casas vacías: pago de servicios públicos, representación ante las juntas de condominio y hasta encendido de luces para engañar a los ladrones. Según la ONU, unos 2,3 millones de venezolanos (7,5 por ciento de la población de 30,6 millones) vive en el exterior, de los cuales 1,6 millones migraron desde el 2015.

Francisco y Elena se fueron cansados de la inseguridad, la escasez de alimentos y medicinas y la inflación, que según el FMI podría superar 1’000.000 por ciento este año. Regresar no está por ahora en su horizonte. “Si la situación mejora, veremos si volvemos a Venezuela o vendemos el apartamento”, expresó el periodista.

Roberto Orta, presidente de la Cámara Inmobiliaria Metropolitana, asegura que las viviendas en Venezuela cuestan entre 70 y 80 por ciento menos que hace cinco años. 

“Tenía un apartamento que costaba 170.000 dólares, hoy no cuesta más de 70.000. Ofrecieron 50.000 y la propietaria (que emigró) prefiere dejarlo cerrado”, corroboró Carolina Quintero, corredora inmobiliaria. 

Mariana García, contadora de 41 años que se fue en el 2017 con su esposo y dos hijos, tampoco quiere vender su casa en Caracas, pues “perdió más de la mitad” del valor. “Dejamos la casa cerrada, nos fuimos con dos maletas”, relató desde EE. UU., donde su esposo aceptó un trabajo tras emigrar primero a Ecuador. 

Muchos migrantes no alquilan sus casas por temor a perderlas, pues a menudo las autoridades impiden los desalojos aunque haya incumplimientos. “Luego no puedes sacar a los inquilinos”, señaló Francisco. 

La ley establece que el arrendamiento debe ser mínimo por un año y prórroga de seis meses a tres años. Por ello, según Orta, la oferta de alquiler no representa más de 5 por ciento del potencial de mercado.

Según el Instituto Nacional de Estadística, 9 por ciento de las viviendas estaban desocupadas en el 2011, pero eso aumentó con el éxodo, declaró Carlos González, presidente de la Cámara Inmobiliaria. 

Además, “por la hiperinflación no conviene alquilar en bolívares” sino en dólares, a los pocos que tienen acceso al billete verde por el control cambiario vigente desde 2003, apuntó Quintero. 

Miedo a que las residencias sean invadidas

En los condominios se pide a los vecinos no dar información a supuestos encuestadores que preguntan por inmuebles desocupados. “Hay personas paseando, viendo apartamentos con las luces apagadas”, indicó Quintero. 

 

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