MÉRIDA, Yucatán.- Ante el deterioro de las zonas de manglares en Progreso y sus comisarías, se buscan estrategias en favor de su conservación, ya que hay cada vez más actividad humana e invasión de terrenos en esas zonas.

Como muestra de las pésimas condiciones del mangle en el puerto, en las zonas pegadas a la zona habitada, el daño se observa prácticamente irreversible en el corto plazo debido a una enorme cantidad de desperdicios de las construcciones dentro de la ciénega, la tala inmoderada de vegetación en estos sitios y el vertido de contaminantes líquidos y depósito de sólidos en el lugar.

A simple vista, el follaje de las zonas habitadas del puerto, que colindan con la ciénega del lugar, se ha visto fuertemente reducido en los últimos años, debido a la insaciable necesidad de los pobladores del Progreso y sus comisarías de conseguir terrenos sin costo, para poder construir sus viviendas.

Ante esto se han llevado a cabo tala ilegal y destrucción de espacios vegetales, con la consabida eliminación de especies silvestres locales.

Para evitar ser descubiertos en la tala, los responsables han rellenado sobre los humedales y le han ganado terrenos a la ciénega y, como consecuencia, han destruido los ecosistemas.

Además, la contaminación por basura y desperdicios tóxicos en el lugar, ha contribuido a erosionar el área, pues ha matado plantas y animales.

Los más de 10 kilómetros que comprende el área habitada de Progreso, Chicxulub y Chelem en lo que respecta a la ciénega, ha sufrido cerca de un 70 por ciento de daño de la totalidad de su vegetación silvestre, en relación a los últimos 20 años, según comentaron vecinos del lugar, quienes han visto cómo poco a poco el avance de la población hacía estos sitios ha ido provocando la disminución de los manglares de manera alarmante.