La Policía Municipal de Progreso pidió respeto y conciencia a los turistas para no arrojarse desde los muelles del puerto, debido al riesgo que corren en este tipo de prácticas.

Luego del incidente ocurrido este pasado domingo por la tarde, cuando un bañista en estado de ebriedad decidió tirarse desde el muelle de Chocolate y tuvo que ser rescatado por otros turistas y atendido por paramédicos en la orilla de playa, el director de la policía municipal de Progreso, Omar de la Cruz Herrera Cocom, comentó la necesidad de que los visitantes entiendan el riesgo que corren al lanzarse desde esas estructuras, práctica cada vez más común entre los turistas, principalmente locales e indicó que éste sería el primer hecho de esta naturaleza en lo que va de la temporada de verano y que por fortuna no terminó en tragedia.

Actualmente, las condiciones del clima en los puertos, principalmente al pasar del mediodía, hacen aún más peligrosa la práctica de clavados desde los muelles, debido a que el oleaje resulta cada vez más rudo y en ocasiones la marea baja hace que la profundidad sea muy corta y que las personas al arrojarse puedan lesionarse o terminen ahogándose.

Operativo en las playas de Progreso 

Ante esto, las autoridades han dispuesto un amplio operativo en la zona con guardavidas, paramédicos y policías en toda la zona de los malecones, así como en los principales puntos de las comisarías costeras, con el objetivo de dar una respuesta rápida ante cualquier situación.

Los elementos policiacos señalaron que los paseantes tienden a ir a los muelles a lanzarse desde la punta al mar, situaciones que son restringidas al ser detectadas, pero tras la reprimenda, los turistas se retiran molestos del lugar o, en su caso, dicen acatar la restricción, pero posteriormente regresan a realizar las mismas conductas.

Según números aproximados, con la presencia de visitantes, cada fin de semana se registra al menos un caso de reporte de posible ahogado en el municipio y comisarías costeras, muchos de los cuales logran ser rescatados por familiares o habitantes de la comunidad; situaciones donde además de la persona que se arroja, se ponen en riesgo la vida de quienes intentan rescatarla; también hay ocasiones en que los hechos terminan con consecuencias graves e incluso con el fallecimiento del involucrado, como en los casos reportados en los muelles de Chicxulub, Chuburná, Chocolate e incluso en el pequeño muelle de “La Pescadora”