De acuerdo con el Servicio Médico Forense, la muerte de la joven Rubí “N”, de 32 años de edad, tras ser atendida en una clínica de Kanasín, no fue por un aborto ilegal, sino que se debió a una anemia aguda posthemorragica subsecuente a sepsis.

Es decir, sufrió una infección, la cual fue derivada del Dispositivo Intrauterino (DIU) que usaba, y no hubo resultado positivo tras practicársele la prueba de embarazo correspondiente.

Sin embargo, dos sujetos que fueron arrestados en la clínica, enfermeros del lugar, permanecen detenidos en tanto se termina de integrar la carpeta de investigación correspondiente por el fallecimiento de la mujer.

Como se recordará, el lunes por la noche se dio a conocer la muerte de la muchacha, quien fue atendida en la clínica ubicada en la calle 19 con 24 de Kanasín, en donde permaneció internada desde el sábado en que fue llevada por su madre.

Paramédicos la sacaron de ahí a bordo de una ambulancia para llevarla al Hospital O’Horán, pero perdió la vida poco después de ser ingresada, lo cual generó fuerte controversia, manejándose al principio que ese sitio era una clínica clandestina de abortos.

Sin embargo, al paso de los días el caso ha sido aclarado y habría ocurrido de la siguiente forma.

El sábado por la mañana la joven se sintió mal, ya que tenía fuertes mareos, fiebre y le faltaba el aire. Su mamá la llevó a una clínica del IMSS en Kanasín en donde se le indicó que tenía que ser ingresada en un hospital y se le dio la orden correspondiente.

Aún así, fue llevada a un consultorio médico aledaño a una farmacia, en donde el galeno a cargo indicó que no se le podía atender por su estado grave y también indicó que debía ser ingresada, por lo cual se le llevó a la clínica mencionada.

Ahí se puso más grave, por lo cual el lunes su mamá pidió una ambulancia para trasladarla al O’Horán, en donde finalmente falleció.

Tras las indagatorias correspondientes y la autopsia de rigor, se dejó en claro que Rubí “N” falleció por anemia aguda posthemorragica subsecuente a sepsis, infección derivada de un DIU que tenía colocado desde hacía varios años, y se descartó un aborto porque no estaba embarazada.

Sin embargo, trascendió que se interpondría una denuncia en contra de la doctora encargada de la clínica particular en Kanasín, ya que ahí se le habría practicado a la joven una curación que incluyó una sonda por donde, según aseguró la presunta médica, se extrajeron coágulos y placenta, versión que prácticamente es desechada por el resultado de la autopsia.

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