El 'boom' automotriz, según Kansas City

En el reporte anual de KSU, el directivo señaló que “el gobierno (mexicano) entiende hoy qué tan importante es el ferrocarril para el crecimiento de la economía mexicana. Creo que las plantas de autos les han abierto los ojos".

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Según David Sterling, presidente y CEO de la ferroviaria Kansas City Southern, las plantas automotrices que han abierto en México los últimos años han basado gran parte de su decisión en la eficiencia de los trenes de carga. En el reporte anual de KSU, el directivo señaló que “el gobierno (mexicano) entiende hoy qué tan importante es el ferrocarril para el crecimiento de la economía mexicana. Creo que las plantas de autos les han abierto los ojos. Entienden que estas plantas automotrices no se habrían puesto en México de no haber sido por sus trenes y su eficiencia”.

Y KSU le ha sacado provecho a ese factor. Tanto así que el boom en la industria automotriz en México es tan relevante que el negocio que les genera alcanza a compensar los efectos negativos de la volatilidad en los precios internacionales del crudo y la depreciación del peso.

La firma recién entregó sus resultados del cuarto trimestre y año completo 2014 y, aunque resintieron el efecto del cambio del dólar y el combustible más caro en México (ambos representaron 2 puntos negativos en el crecimiento total de la empresa), no ven razones más que para el optimismo.

Las exportaciones de autos terminados y de autopartes, junto con los muebles de línea blanca y electrónica, son una muestra de que el “fenómeno nearshoring” funciona, dice Sterling. Él hace referencia a la tendencia de firmas de EU y otros países a trasladar sus operaciones de manufactura de China o de otros países asiáticos a Norteamérica y, según Sterling, “eso ha sido bueno para nuestro negocio en México”.

Eso y las inversiones de las armadoras de autos en el país. Como se recordará, en lo que va del sexenio de Enrique Peña Nieto, la industria automotriz atrajo inversiones por 19 mil millones de dólares, incluyendo plantas nuevas y ampliaciones como la de General Motors de 5 mil millones los próximos cuatro años.

“No vemos que estas inversiones, como la de General Motors, se detengan”, dice Sterling. “Hemos hablado mucho de las plantas. Sabemos que hay más fabricantes que están buscando sitios en México, así que esto todavía no termina. Así que creemos que lo del peso y lo del costo del combustible a fin de cuenta será algo positivo”.

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