Gasolina fronteriza
La caída internacional en los precios del petróleo, aunada al alza del dólar en relación con el peso mexicano...
La caída internacional en los precios del petróleo, aunada al alza del dólar en relación con el peso mexicano, está provocando una disminución paulatina de los precios de los combustibles en Belice, en cuya Zona Libre desde esta semana se vende el diésel a un costo menor que en las gasolineras mexicanas y es posible que en los próximos días disminuya el precio de las gasolinas Regular y Premium, según expertos en el tema.
Esta posibilidad pone en jaque a los empresarios gasolineros de Chetumal que vivieron una época de pesadilla a fines de la década de los 90 y principios de 2000, debido a que en la Zona Libre se podía obtener combustible a un precio mucho más bajo, por lo que se convirtió en un paraíso para los automovilistas chetumaleños que acudían en masa a llenar sus tanques al vecino país.
Mientras las gasolineras capitalinas sufrieron una crisis sin precedentes, en ese periodo la Zona Libre tuvo un “boom” de estaciones de combustible, pues en pocos meses se instalaron cinco diferentes estaciones de las empresas estadunidenses Esso, Shell y Texaco en esa pequeña área comercial ante la demanda impresionante.
La implacable competencia de las estaciones beliceñas obligó a los empresarios del ramo y al gobierno local a tomar medidas para evitar la quiebra de las gasolineras capitalinas, y finalmente luego de largas gestiones ante el gobierno federal, finalmente se redujo el precio del litro en el estado para evitar la fuga de dinero a Belice, en una acción similar a la que hoy se vive en las ciudades ubicadas en la frontera con Estados Unidos, que conservan un precio preferencial.
Ese ajuste fue temporal, porque una vez que el precio de los combustibles en Belice subió, en este lado de la frontera el costo se estandarizó con el resto del país.
La pesadilla de aquellos malos tiempos preocupa y en serio a los gasolineros, porque en la actualidad la afectación sería mayor debido a la saturación del mercado en la capital, que saltó de tener unas 10 estaciones de servicio en el 2008 a más de 30 que están operando en el presente año.
Por eso no cayó nada bien la noticia de que el diésel se está comercializando en la zona libre a 88 centavos de dólar el litro, lo que equivale a 13.30 pesos mexicanos, mientras que en la capital cuesta 14.40, una diferencia significativa de casi un peso que sin duda atraerá clientes mexicanos.
Para colmo de males, la gasolina Premium ya se vende en la zona libre al mismo precio que en México, y se prevé que siga bajando.
Es momento de que los empresarios gasolineros pongan sus barbas a remojar y empiecen a preparar el terreno para gestionar una nueva homologación del precio de los combustibles para mantenerse a flote en caso de crisis.