Estamos buscando empresas a nivel internacional con experiencia en terminales aéreas grandes para buscar oportunidades en la parte de tierra de la obra del nuevo aeropuerto”, dice Alonso Quintana, director general de ICA.

Hace más de un año, cuando se veía venir el megaproyecto del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, ICA lideró el plan de crear un consorcio de desarrolladoras locales (Consorcio Aeroportuario Mexicano, Consam) que fuera un frente común y multidisciplinario para pujar por “la” obra del sexenio.

A pesar de que fue intenso el lobby de cada una de las constructoras (Carso, Prodemex, Coconal, Gia, Grupo Hermes, Tradeco, Marhnos y Teya —del tristemente famoso Grupo Higa—), así como de la propia Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, la falta de eco por parte del gobierno federal hizo agua los planes.

Sin duda, el ‘componente Higa’ pudo ser uno de los detonantes del fin del consorcio. Pero en el sector insisten en que el consorcio estaba ya desinflado, incluso antes de que el gobierno otorgara la primera licitación a un combo mexicano holandés Netherlands Airport Consultants-Sacmag de México-Tadco Constructora, lo que comenzaba a dar la pauta de qué tipo de proveedores iba a apoyar.

“Aún están otorgando los diseños, pero las obras per se, no. Lo que nos corresponde ahora es salir a buscar y a estudiar los paquetes que van a salir y cuales nos presentaremos”, agrega Quintana.

Ica tiene sus baterías puestas además en las obras de aire, es decir las que involucran las pistas, plataformas, calles de rodaje y estabilización de terrenos. “Es donde tenemos más experiencia, sobre todo con el terreno de la ciudad. Tenemos construidos ya mil edificios”, añade el director general de Ica.

Según datos de la industria, las licitaciones de obras comenzarán en el segundo semestre, cuando se haya avanzado en la parte de ingeniería del proyecto.

“Estamos buscando socios potenciales en todo el mundo porque es una obra emblemática que proyecta a cualquier constructora en todo el mundo, por eso nuestro interés en el aeropuerto sigue intacto”, cuenta Quintana.

¿Estarán haciendo lo mismo las demás ocho desarrolladoras del consorcio? ¿Estará haciendo lo mismo Teya?