La tormenta perfecta que acecha a Pemex

Hay un aspecto clave: a más tardar a mediados de marzo, y derivado de la ley energética, Pemex tiene que presentar sus planes de inversión anualizada.

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Aparte del impacto económico por el recorte de 62 mil millones de pesos que Hacienda le “recetó” a Petróleos Mexicanos por la caída en el precio del crudo en los mercados internacionales, la otrora paraestatal y flamante empresa productora del Estado tendrá que arrastrar el lápiz y renegociar con miles de empresas, a las que ya les había prometido negocios, tanto en proveeduría como en contratos, como los de la reconfiguración de varias refinerías.

En ese sentido, hay un aspecto clave: a más tardar a mediados de marzo, y derivado de la ley energética, Pemex tiene que presentar sus planes de inversión anualizada.

Como anunció ayer Pemex, el Consejo de Administración, encabezado por Pedro Joaquín Coldwell, titular de Energía, y 
Luis Videgaray, de Hacienda, aprobó ejercer el recorte y posponer los planes de reconversión en el sistema de refinación mexicano.

El problema, además de interrumpir un flujo de inversiones hasta de 21 mil millones de dólares, será renegociar con las empresas con las que ya se tenían avanzadas pláticas. Dentro de la lógica de que por ahora es más conveniente importar gasolina barata que producirla, el reto es ver cómo toman el anuncio firmas como ICA Flour Daniel, que tiene un contrato por 737 millones de dólares en la refinería de Madero; Técnicas Reunidas, 568 mdd en Minatitlán; Samsung, 359 mdd en Salamanca; Foster Wheeler, 584 mdd en Salina Cruz, y Dragados y Socios, 560 mdd en Tula.

Otro nubarrón es la siguiente renegociación de Pemex con su sindicato. Como lo dijeron en su comunicado, el consejo solicitó a Emilio Lozoya, el director general de Pemex, “implementar un esfuerzo importante en bajar el gasto corriente, incluyendo los relativos a recursos humanos y servicios personales”.

Eso va muy en línea con lo anunciado por empresas privadas del sector, como Halliburton, Schulemberg, Apache, Anandarko y un largo etcétera. El problema para Pemex puede ser más bien político, toda vez que hay elecciones; el sindicato puede presionar y todo dependerá de las áreas que se pudieran tocar en los 150 mil empleados petroleros.

Un punto a favor es la exitosa concentración en el área de Procura concretada el año pasado. Aquí, la empresa podrá negociar a través de una sola dirección más de 12 mil contratos de proveeduría por más de
20 mil millones de pesos.

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