Virgilio Andrade la tiene sencillita
Virgilio Andrade podría terminar su investigación mañana: el Presidente ya citó la ley y le recordó que él no asigna contratos, menos lo hace la señora Rivera. Hasta Videgaray ha dicho que él tampoco.
Leí el siguiente tuit ayer mientras Virgilio Andrade, nuevo secretario de la Función Pública, daba su primer discurso: “Es una tragedia que la iniciativa para investigar la casa blanca haya venido del Presidente y no de la oposición. Una tragedia política”.
Tiene razón ese joven tuitero. La pequeñez de nuestra oposición actual no alcanzó para hacer lo que ayer intentó hacer el Presidente.
Será por eso: porque no le corresponde investigarse, porque hay un conflicto de interés intrínseco en la nueva investigación de conflicto de interés, ayer se dio un momento extraño, raro en el anuncio del presidente Peña.
Primero el Presidente se exoneró: “Es importante precisar que la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos señala, a la letra, lo siguiente, y cito textualmente: Habrá intereses en conflicto cuando los intereses personales, familiares o de negocios del servidor público puedan afectar el desempeño imparcial de su empleo, cargo o comisión. Esto nunca ha sido el caso en mi responsabilidad como Presidente de la República, y tampoco en mis cargos públicos anteriores. Las contrataciones se sujetan a los procedimientos que marca la ley, y en ninguno de ellos participa el Presidente de la República. En el ejercicio de mis funciones siempre me he conducido con imparcialidad y apego a derecho. Y aquí quiero ser enfático: el Presidente no otorga contratos, no adjudica compras, ni obras, tampoco participa en ningún comité de adquisiciones, arrendamientos o servicios. Y no obstante estas aclaraciones, soy consciente de que los
señalamientos realizados generaron la apariencia de algo indebido, algo que, en realidad, no ocurrió”.
Inmediatamente nombró a un funcionario que depende de él y al que puede correr cuando quiera y le da una orden: “Que investigue y resuelva si hubo o no conflicto de interés en las obras públicas o contratos otorgados por dependencias federales a las empresas que celebraron compra-ventas de inmuebles con mi esposa, con el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y con un servidor”.
En estricto sentido, Virgilio Andrade podría terminar su investigación mañana: el Presidente ya citó la ley y le recordó que él no asigna contratos, menos lo hace la señora Rivera. Hasta Videgaray ha dicho que él tampoco. Ya está. Solo falta que el comité revise la conclusión, cuando exista.