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Un día de asueto como aquellos que se convierten en la recompensa de largas jornadas extenuantes, en día de ocio y gozo. La conciencia se convierte en tu aliada, en tu más íntima confidente, en aquel amigo que por lo regular abandonas, pero que da pie a la más grande batalla terrenal, el trofeo será la decisión tomada y es así como asumirás las consecuencias.

En un lugar, ese día, apareció un joven que tomó el camino contrario al estado de derecho, decisión que lo llevó al sistema de justicia; fue a comprar su desayuno. En la plática de personas como él pueda notarse el agradecimiento y reconocimiento por las oportunidades que hoy tiene y espacios de oportunidad para su ser y para su deber ser.

Sin duda la conversación de este joven tuvo los alcances ya descritos en una de las definiciones de la autonomía de la moral, ingrediente por demás importante en la formación de los estudiantes de derecho, psicología, sociología, en donde el centro de debate es el ser humano.

La filosofía jurídica llegó para ocupar un espacio en el que la discusión del ser y del deber ser tomó sentido para el derecho, por un lado en el ser, el estudio íntimo de la naturaleza del hombre encontramos aquellos ingredientes del alma y los biológicos que han distinguido su existencia; en el mundo del deber ser encontraremos la necesidad de una obligación moral, espiritual, ética y sobre todo jurídica con base en una decisión voluntaria y hoy olvidada: el bien común.

Cómo olvidar las reflexiones de tantos sabios relacionados con la filosofía, los grandes debates sobre la naturaleza del ser, vertidos principalmente entre lo bueno y lo malo; cómo olvidar la calificación de contrato que se le dio a la convivencia, magnánima referencia de lo que fue, es y será la necesidad de ceder algo propio y lograr para todos, es así como la libertad natural y la jurídica coexisten, es lo que permite y permitirá el cumplimiento de la vida en masas.

Regresando al joven, queda comentar que la conciencia que hoy invade su corazón, espíritu y alma, solo el hombre volvería a corromperla; hoy su vida encuentra sentido, va camino a un mejor futuro.

El cuerpo jurídico del estado posee los elementos indispensables para que su vida continúe por el camino correcto, dependerá en mucho de lo que la sociedad y el estado le pongan en el camino, para bien o para mal.

La reflexión: la sociedad se encuentra nutrida con elementos objetivos para hacer valer la autonomía moral, entendida como la capacidad para distinguir lo bueno de lo malo, lo correcto de lo incorrecto y lo ilícito de lo lícito.

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