El presidente Andrés Manuel López Obrador informó el pasado miércoles, en su conferencia “mañanera”, que, en los próximos días, iniciará una gira por todo el país para reunirse con los mandatarios locales para revisar el avance de los planes de salud en el país, gira que concluirá el 1 de junio con la celebración del Día de la Marina, un día antes de las elecciones, en las Islas Marías; un evento, dijo el mandatario, “sólo para marinos”. Esperamos se incluya a los mercantes, porque también es su día.

Regresará más de tres años después de que nombró al capitán de navío Jesús S. de Olaguibel gobernador de ese ex penal del Pacífico (ya fue relevado), cuando se anunció que en julio de ese año se abrirían al público las visitas al entrar en operación un proyecto turístico a cargo de la Marina. Entonces se dijo que se podría llegar por mar partiendo desde Mazatlán, San Blas y Puerto Vallarta.

Se estimaba que los viajes serían de ocho horas, con visitas de entrada por salida, ya que no habría hoteles ni posibilidad de acampar en la isla. Sin embargo, si había estancias de por lo menos tres días, según nos cuenta una persona, que estuvo del 3 al 5 de marzo del 2023, visitando varios sitios.

El antiguo muelle de Puerto Balleto (en María Madre, la isla principal) fue rehabilitado por la Semar y adecuado para facilitar el arribo de embarcaciones y buques de mayor calado. La Marina seguiría teniendo el mando de Marías, ahora con un “Gobernador” y sería el responsable de su avituallamiento.

Seguramente la agenda del Ejecutivo se definió con meses de anticipación, pero coincide con que esta semana se publicó un reportaje que señala que, para habilitar como destino turístico las Islas Marías se requirió de una inversión de 282.2 millones de pesos (mdp), pero apenas recibe 17 visitantes en promedio por día. La Semar informó que sus ingresos por la operación turística de la Reserva de la Biosfera sumaron 29.5 mdp en 2023, correspondientes a 6,164 turistas recibidos de diciembre de 2022 (primer viaje turístico) hasta diciembre del año pasado. Y para 2024, está solicitando otros 49.3 mdp para construir un centro recreativo y para ampliar el restaurante.

La oferta turística incluye transportación marítima en viaje redondo vía ferri desde Mazatlán (cinco horas) o San Blas (cuatro horas) a Puerto Balleto; estancia sencilla o doble de dos noches en hospedaje tipo hostal en villas o casas; alimentación tipo buffet en el restaurante con terraza y vista al mar. La página visitaislasmarias.com señala que entre las actividades que se pueden realizar figuran: senderismo (para conocer flora y fauna), paseos en autos y bicicleta, observación de especies endémicas y los bellos atardeceres y noches bajo la bóveda celeste.

Este proyecto avanza lento, pero no debe naufragar, ya que es un centro para el turismo, la observación, el disfrute de la naturaleza y también para recrear la historia de la que fueron parte personajes, colonos y marinos que vivieron entre esos antiguos muros de agua.

Anexo “1”

 Acerca del ex penal

El 12 de mayo de 1905 fue constituido Islas Marías como colonia penal bajo el régimen del presidente Porfirio Díaz. En 2010 fueron declaradas por la Unesco como Reserva de la Biosfera. La belleza natural del archipiélago es inigualable. Sus playas vírgenes y limpias atraen a cualquiera por la intensidad y uniformidad de sus olas Dato curioso: En 1879 las islas Marías fueron vendidas a don Manuel Carpena, vecino de Tepic, Nayarit, por 45 mil pesos. Él y su familia explotaron las islas, principalmente las salinas. A la muerte de don Manuel, su viuda Gila Azcona de Carpena las vendió en 1905 al gobierno federal.

Como hemos co0mentado, conocimos Islas Marías en la década de los 70. En 1976 nuestro Guardacostas, el G-04 “Ponciano Arriaga” relevó al Transporte “Zacatecas” que hacía la comunicación semanal al penal. Zarpábamos el miércoles por la noche de Mazatlán, llegábamos a Puerto Balleto al amanecer del jueves, se descargaban víveres y materiales (en ocasiones llevamos cuerdas de reos, o a algunos de retorno que cumplieron sus condenas) y por la noche retornábamos para atracar el viernes temprano en Mazatlán. Gracias a esos meses de navegación a Marías, acumulamos muchas singladuras (cuatro por semana) que nos permitieron sumar un año más para cuando decidimos el retiro de la naval.