La “entrega impecable” a la Armada
Daniel Uicab Alonzo: La “entrega impecable” a la Armada
El traslado oficial de los puertos y las escuelas náuticas de la Marina Mercante a la Armada de México dejó un mal sabor de boca a los mercantes que lo asumen como una “militarización”.
La falta de sensibilidad en este acto se reflejó en el hecho de que se realizó en la Escuela Náutica “Fernando Siliceo” de Veracruz, el Día de la Marina, donde el presidente López Obrador afirmó que “sin duda, la Secretaría de Marina garantiza el poder enfrentar las amenazas del contrabando y la introducción de droga a través de los puertos del Golfo y del Pacífico”. Se habló de la soga en casa del ahorcado.
Pero la nota la dio el secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT), Jorge Arganis Díaz Leal, quien expresó un discurso complaciente para su amigo AMLO: “Porque precisamente hoy 1 de junio, hacemos una entrega impecable de la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante a la Secretaría de Marina. Nos congratulamos porque fue un proceso institucional, con una visión compartida y con el ánimo de asegurar que el funcionamiento de los puertos sea más eficiente, seguro y transparente. Tenemos certeza de la probidad y compromiso de los nuevos directores de las Administraciones Portuarias Integrales (API)”.
Arganis Díaz evitó mencionar que ese mismo día, organizaciones gremiales de marinos mercantes llamaron a la Suprema Corte para evitar que los puertos y la educación náutica se inserten en la Semar. En un desplegado titulado “¿Réquiem por el civilismo de la Marina Mercante Nacional?”, apelaron a que los ministros resuelvan la Acción de Inconstitucionalidad 2/2021 en curso y “hagan valer la aplicación y el sentido del Artículo 129 constitucional para frenar y evitar el militarismo del que están siendo víctimas nuestra Marina Mercante y nuestros puertos”.
Hay que precisar dos aspectos importantes sobre este tema: primero, que el Ejecutivo federal decidió darle a la Semar las atribuciones de puertos, marina mercante y educación náutica que pertenecían a la SCT; y desde siempre marinos militares han formado parte del cuerpo docente de las escuelas náuticas, por lo que su incorporación a una Universidad Marítima y Portuaria dará un impulso a su formación profesional. Segundo, los mandos de la Armada de México están plenamente capacitados para asumir las capitanías de puerto y las API, como desde hace algunos años lo han venido haciendo.
Con más diplomacia, el almirante Rafael Ojeda Durán, titular de la Semar, enfatizó: “A la sociedad mexicana: no hay ni habrá militarización en los puertos ni en las escuelas náuticas. Mucho menos en la educación náutica. Al sector náutico: habrá cambios sustentables para fortalecer la educación náutica bajo el mando de marinos náuticos exclusivamente. Por el lado de las aduanas, nos comprometemos a llevar una administración libre de corrupción y desde luego muy eficiente, y no va a afectar al comercio exterior”.
Si el discurso del Almirante de cuatro estrellas se hubiera desatacado en la conmemoración, el traspaso de facultades de la SCT a la Semar hubiera sido una “entrega impecable”.
Anexo “1”
Buque Escuela para la Mercante
El Secretario de Marina también anunció cambios en el Fidena, que cambiará de nombre a Fideicomiso Universidad Marítima y Portuaria, manejada con personal náutico y una rectoría universitaria, donde se acrecentará su patrimonio, se reducirán periódicamente las colegiaturas desde un 15 y hasta un 50 por ciento; habrá mayor equipamiento, capacitación de docentes y adecuación de sus salarios; así como adquisición de un buque escuela y actualización de planes de estudios.
Cabe recordar que el 24 de febrero de 1822se instaló en el puerto de Campeche la primera Escuela Náutica Mercante en México. Campeche ha adquirido importancia histórica en el contexto de la educación náutica y marina en México, porque es el sitio geográfico donde tuvo origen, por primera vez, el espíritu para la formación de hombres de mar. Luego fueron estableciéndose:la Escuela Náutica de Campeche, 1822; Escuela Náutica de Mazatlán, 1880; Escuela Naval Militar, 1897; Escuela Náutica de Veracruz en 1919 y finalmente la Escuela Náutica de Tampico en 1945.
Soplan buenos vientos para las marinas mexicanas, que navegaban en paralelo al desarrollo de la nación. Como hemos dicho, sus egresados son caballeros del mar.