Los jóvenes les llaman “tuit-stars”; en mi lejana primavera se llamaban aforismos. Son sentencias que resumen un conocimiento o una reflexión. De su colección “No estás deprimido, estás distraído”, con motivo del mes de su nacimiento, el invitado del Nido de hoy es el malogrado artista argentino Rodolfo Enrique Cabral (Facundo Cabral, Buenos Aires, 1937-Guatemala, 2011):

* No estás deprimido: estás distraído. Distraído de la vida que te rodea, pajarillos, flores, delfines, bosques, mares, montañas, ríos. Tienes corazón, cerebro, alma y espíritu, entonces ¿cómo puedes sentirte pobre y desdichado?
* Crees que perdiste algo, lo cual es imposible porque todo te fue dado. La vida no quita, libera. Aliviana para que vueles más alto, para que alcances la plenitud.
* De la cuna a la tumba, la vida es una escuela: eso que llamas problemas son lecciones.
* Ponte frente al espejo; el ser que ves es una obra de Dios. Decide ahora mismo ser feliz porque la felicidad es una adquisición interna, no llega de afuera.
* La felicidad es un deber, no un derecho. Si no eres feliz, estás amargando a todo el barrio.
* Nuestro paso por la Tierra es tan corto que ser infeliz es una pérdida de tiempo.
* Que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas. El bien es mayoría pero no se nota porque es silencioso. Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye todos los días hay millones de caricias que alimentan la vida.
* El bien se alimenta de sí mismo. El mal se destruye a sí mismo. Si los malos supieran que es buen negocio ser bueno, serían buenos aunque sea por negocio.