Cecilia Ricárdez/ Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- Con el lema “Bajo la mirada de la Madre de la Misericordia”, peregrinos yucatecos ultiman detalles de su viaje a la tradicional Misa del Yucateco, la cual cumple 57 años de oficiarse en la Basílica de la Virgen de Guadalupe de la Ciudad de México.

En esta ocasión suman más de 80 los autobuses que partirán de Yucatán rumbo a la capital de la República, informó el Párroco del Santuario Diocesano de  la Virgen de Guadalupe en el barrio de San Cristóbal, el sacerdote Pedro Mena Díaz.  

Los grupos comenzarán a salir desde sus iglesias a partir del 10 de julio, ya que la misa está programada para el 12 del mismo mes a las 10:00 horas. 

El padre dijo que además de la celebración eucarística, los feligreses participan en excursiones de turismo religioso visitando parroquias y santuarios de estados del centro del país como Puebla.  

La estancia varía de seis a 12 días, según el interés de los grupos provenientes de diferentes parroquias de los 14 decanatos de la Arquidiócesis. 

Recordó que esta será la primera vez que Monseñor Gustavo Rodríguez Vega oficie la misa en calidad de Arzobispo de Yucatán. Durante la ceremonia peregrinos yucatecos fungirán como lectores, así como una comisión de monaguillos asistirán al prelado en el rito. También presentarán ofrendas y se leerán moniciones especiales en ocasión de 57 aniversario de esta celebración eucarística dedicada a los yucatecos.

Preparados en reflexión

El sacerdote, dijo que en vísperas del viaje en la comunidad de la parroquia se distribuyó material especial que propicia la reflexión sobre la devoción a la Virgen de Guadalupe y la importancia de considerarse “como peregrinos de la vida, un tránsito cuyo camino siguiente es de regreso a la patria celestial”. 

Abundó que esta catequesis se promovió tanto para los viajeros y los que no podrán asistir, con el objetivo de lograr una sintonía estar sintonía y agradecer a la advocación mariana las bendiciones; además de pedir por la paz de México en estos momentos de hostilidad, así como fe, salud y prosperidad para los habitantes del país.