|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

En 2014 cerraron 25,000 tiendas de abarrotes (las de la esquina) en el país, la razón fue la competencia de las llamadas “de conveniencia” y la reforma fiscal. Analizando este hecho y viendo el impacto en la economía suburbana se concluye que hay falta de regulación en la apertura indiscriminada de estos formatos, aludiendo competencia desleal y afectación al ingreso familiar en colonias o pequeñas ciudades que merma el desarrollo económico incluyente.

Estudiantes del Tecnológico de Mérida hicieron un estudio del tema y reconocieron que las tienda de conveniencia venden más caro, comercian licores y tienen una catálogo de productos más variado y su volumen de ventas es seis veces mayor que una tienda de la esquina; la razón: tienen aire acondicionado, cobran rápido, ofrecen servicios de pago de celulares y otros, están bien iluminadas y la mayoría cuenta con estacionamiento.

Las tiendas de la esquina tienen lo suyo: ofrecen productos locales preferidos por zonas, tienen una relación personal con sus clientes, sus productos son más baratos y lo más importante están más cerca del cliente.

Sin embargo, las autoridades, principalmente municipales, no regulan aspectos de competencia económica porque creen que no les es pertinente, pero en varios municipios del país ya empezaron a limitar la apertura en zonas marginadas mediante estudio de impacto socioeconómico; es decir, a cuántas tiendas de la esquina pueden afectar. Esto no es una prohibición total, sino limitar su crecimiento. También ofrecen a las tiendas de la esquina software para administrar mejor sus inventarios, créditos para mejorar su imagen y facilitan convenios con empresas dedicadas a ofrecer servicios de pagos electrónicos de celulares y diversos.

La apertura de una tienda de conveniencia es un día felicidad en el norte de Mérida, pero es un día de tristeza en el sur, ya que las condiciones socioeconómicas de las clases media y baja no les dan para alcanzar inversiones o créditos para establecerse y ser opción de competencia para las tiendas de conveniencia.

Proteger y otorgarle herramientas a las tiendas de la esquina no es sobreprotección, sino poner la cancha pareja a los empresarios de la zona, es proteger el capital local, es darse cuenta de que la formación de monopolios es una consecuencia de falta de voluntad política donde existe la creencia de que el mercado en justo y perfecto. Las tiendas de la esquina son de vital importancia social y requieren regulación por zonas y valoración política.

Lo más leído

skeleton





skeleton