Mérida, Yuc.- Echando mano de la artillería pesada que corrió a cargo de Luis Felipe Juárez, Jesús Valdez, Ricardo Serrano y Sebastián Valle con sendos cuadrangulares, los líderes Leones de Yucatán vinieron de menos a más para imponerse a los Tigres de Quintana Roo, 8x5, en emotivo partido celebrado en el “Beto Ávila”, de Cancún, en el cual por momentos parecía que los visitantes eran los locales al tener bastante apoyo de la afición.

El “Pepón” Juárez sigue encendido. Anoche volvió a dar muestra de poder en las muñecas al conectar jonrón con uno a bordo en su primer turno al bate llevándose por delante a Walter Ibarra ante los envíos de Javier Solona. Fue su tercer bambinazo en los últimos cuatro partidos para llegar a 12 cuádruples en la temporada y llegar a 46 producidas.

Luego llegaron los bombazos del “Cacao”, solitario en la cuarta que acercó a los selváticos 5-3, y en la octava harían lo propio Serrano y Valle, espalda con espalda, ante la serpentina del derrotado Derrek Loop (0-2). Ya en su último turno al bate, biangular de José Juan Aguilar con la casa llena puso el marcador definitivo.
La victoria la obtuvo Andrés Ávila (4-1) con impecable relevo de un acto y un tercio en el que anestesió a tres, tras remplazar a Yoanner Negrín, quien supo reponerse a una terrible segunda entrada. De ahí en adelante, el cubano maniató a los de bengala en un solo imparable.

En su desempeño de seis actos y dos tercios, a Negrín le pegaron siete incogibles, seis de ellos en esa segunda tanda de pesadilla.

En ese único ataque de los Tigres, desfilaron 10 bateadores aprovechando que Negrín se descontroló. En ese racimo dos carreras fueron producidas por Brian Hernández con sencillo, y las otras las trajeron al plato Jason Bourgeos, Abraham Ramos y Alonso Harris, la de este último con biangular.

Chad Gaudin volvió aparecer en la novena apuntándose su cuarto salvamento, tras anestesiar al emergente Brandon Villareal con corredores en posición de anotar. En esta su labor, el estadounidense firmó un pasaporte, admitió doble, pero igual ponchó a otro, dándole su dosis de emoción al partido.