Decirle a alguien 'te amo', es decirle 'vivirás para siempre'

Emilio Carlos Berlie ofició una misa con motivo de los Fieles Difuntos en el cementerio Xoclán; recomienda revalorar el significado de la muerte.

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Muchos fieles acudieron a la celebración litúrgica. (Jaun Carlos Albornoz/Milenio Novedades)
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Martha Chan/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Al oficiar la misa con motivo del festejo de los Fieles Difuntos en el cementerio Xoclán, el Arzobispo de Yucatán, Emilio Carlos Berlie Belaunzarán, llamó a la reflexión para revalorar el significado de la muerte y recordar siempre a los seres queridos que en cuerpo no están presentes, pero “en alma siempre se encuentra en los recuerdos”.

“El que no ama pertenece a la muerte. El ser humano desde que tuvo la oportunidad de vivir, ha construido muchas cosas, y también sepulcros. Testimonio mudo, pero muy elocuente de la trascendencia de los muertos, por el amor permanecen vivos en el corazón y por la fe en la presencia de Dios”, dijo el prelado, durante la misa que celebró a las 10 de la mañana.

“El amor nos hace pasar de la muerte a la vida, por ello decirle a alguien te amo, es decirle tú vivirás para siempre”, agregó.

“El amor es siempre grande, y hace que el corazón se dilate, si bien en la práctica se va mostrar en signos pequeños. El amor es siempre grande, deriva y proyecta, proveniente siempre de la grande hoguera del amor de Dios”, afirmó.

“El amor es siempre grande, si bien en la práctica se va mostrar en signos pequeños, es siempre grande"

Ayer como cada año y de acuerdo con el calendario litúrgico, se celebró la festividad del Día de los Fieles Difuntos y puntuales a su cita miles de personas rindieron tributo a los muertos, escucharon misa y convivieron en familia.

Según datos oficiales, anteayer y ayer a los cementerios de la capital yucateca asistieron 50 mil personas. Desde muy temprano los camposantos abrieron sus puertas para darles la bienvenida a los visitantes, algunos de los cuales llegaron con música, que se escuchaba y se confundía con el murmullo de los rezos.

Los cementerios de Xoclán y el General fueron los más concurridos y a las 11:00 horas concentraba una multitudinaria romería, algunos deudos intentaban buscar un poco de aire bajo los árboles, debido a la humedad que ocasionaba un sofocante calor, a pesar que el sol se ocultaba entre las nubes.

Tras la ceremonia religiosa, los visitantes se esparcieron entre las tumbas, que fueron adornadas con flores de cempasúchil, “amor seco” y pompones blancos, que le cambiaron la fisonomía gris al cementerio Xoclán. 

También fue notorio el olor a incienso, velas y veladoras y no podía faltar la comida y frutas. Aunque hubo algunas personas que rezaban y oraban por sus fallecidos.

Ni la lluvia que cayó luego de las dos de la tarde impidió que la gente siguiera acudiendo a los camposantos General, Florido, Chuburná, Jardines de la Paz y en los 33 de las comisarías y subcomisarías, ya que tuvieron una jornada similar a la que se vivió en Xoclán, el panteón más grande de la capital yucateca.

Aunque por ratos se registraron algunas complicaciones con el tránsito que se volvía lento para ingresar a los panteones, ya sea en los automóviles particulares o en el transporte público. 

Las ventas también se incrementaron en esos lugares, principalmente con las flores, velas y veladoras, pero también se ofrecían tortas, aguas, refrescos y pozole con coco.

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