El arzobispo de Yucatán, Monseñor Gustavo Rodríguez Vega, celebró 23 años de Ordenación Episcopal, con una misa de acción de gracias, en la cual, previamente, y al terminó, recibió muchas muestras de cariño de la feligresía y de sacerdotes que lo acompañaron en fecha tan especial en la Catedral de San Ildefonso, ayer, al mediodía.

Esta celebración es un momento importante para la comunidad yucateca, fue emotivo ver cómo la feligresía y los sacerdotes se unieron para mostrar su aprecio y cariño al mayor jerarca de la iglesia católica en la entidad. Estos eventos fortalecen los lazos dentro de la comunidad y brindan una oportunidad para reflexionar sobre el impacto de su liderazgo y servicio a los fieles católicos.

Precisó que en esta Eucaristía quiso ofrecerla en particular por las intenciones y necesidades de todos los presentes en este templo o por los que siguieron a través de las redes sociales o la televisión.

“Gracias a todos y cada uno de los aquí presentes por acompañarme en este día para pedirle perdón al Señor por todos los pecados, por todos mis errores y también para darle gracias por estos dos aniversarios, el de hoy como 23 años como obispo y el de mañana con 44 años de sacerdocio”, señaló.

Monseñor Rodríguez Vega dijo que deseaban tener presente en esta Eucaristía a dos compañeros que se ordenaron sacerdotes con él, en 1980, el Padre Juan Enríquez Reyes, fallecido hace casi 10 años, y el Padre José Guadalupe Olivares, quien tiene años enfermo; pidió por el eterno descanso de Juan y por la salud del segundo.

Recordó que se ordenaron en la fiesta de la Asunción, pidieron hacerlo el 8 de diciembre, pero se dispuso el 15 de agosto en la Basílica Menor de la Purísima Concepción de María, aunque hubieran querido que feura en la Basílica de Guadalupe, pero todavía estaba en construcción.