Algunos lo consideran un ascenso o premio; otros, un descenso o “degradación”. Ambas opiniones tienen algo de verdad en el caso del ahora ex comandante de la Guardia Nacional (GN), Luis Rodríguez Bucio, removido por el Presidente y designado como Subsecretario de Seguridad Pública. Es decir, antes tenía como superior inmediato y único al titular de la Sedena, y ahora dará parte a Rosa Icela Rodríguez, una periodista que escaló hasta llegar a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) y que ahora es arropada por elementos del Ejército y la Armada en funciones de secretarios de seguridad en la mayoría de los estados.

Un deslucido cambio para el General de División, rango al que ascendió para efectos de retiro el 31 de agosto de 2019, cuando recién asumió el mando de la GN, que ahora cuida hasta instalaciones del Metro de Ciudad de México, sin armamento. Pero hay consenso de que esta corporación, anunciada como el cuerpo élite por el Gobierno Federal –como se hizo en su momento con la fracasada Gendarmería en el sexenio de Enrique Peña Nieto– no ha dado los resultados esperados, como se evidencia en los altos niveles de inseguridad que registran todavía algunas regiones del país. La factura la pagó Bucio y su salida es una admisión tácita del fracaso por parte del Gobierno; sin embargo, no fue un cese, sino un “cambio” con sabor a descenso.

Era un relevo que se veía venir, pues desde hace varios meses el general Bucio limitó sus apariciones públicas, cuando antes hasta en asambleas partidistas de Morena se dejaba ver (como ocurrió en abril de 2022 en Torreón, Coahuila) contraviniendo las normas no sólo civiles, sino incluso militares, pero era parte de la táctica para posicionar a la GN. Lamentablemente, el currículum (Bucio tiene hasta un doctorado en Defensa por el Centro de Estudios Superiores Navales de la Semar) poco le ayudó y el desgaste comenzó con los cuestionamientos a la actuación y poca eficacia de la corporación.

La estafeta la tomó el también general de División, David Córdova Campos (en situación de retiro desde febrero de 2020 tras dejar la Oficialía Mayor de la Sedena), cuyo último cargo fue el de director de Prestaciones del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas (Issfam). Es la apuesta para consolidar a la Guardia Nacional en menos de dos años que le quedan a este sexenio. Ya veremos si se logra.

Y decíamos que en la mayoría de las entidades la seguridad pública está a cargo de militares, una excepción es Yucatán, que sigue siendo un oasis en medio de ese desierto de inseguridad por el que transita el país, con un civil al frente (Luis Felipe Saidén Ojeda) de una policía estatal bien coordinada con las municipales, que es bien retribuida por el Gobierno estatal, comenzando con buenos salarios, equipo, tecnología y hasta apoyo moral por parte de las autoridades y el reconocimiento de la ciudadanía. Cierto, Yucatán no es Guerrero, Guanajuato, Jalisco, Michoacán o Chihuahua, pero sin duda algo se está haciendo bien aquí y está funcionando.

Anexo “1”

Violencia no cede

En lo que va del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador se han registrado más de 140,000 homicidios en el país, según cifras oficiales. Sin embargo, el pasado martes, la secretaria de Seguridad Federal, Rosa Icela Rodríguez, afirmóante el Presidente que esto representa una disminución de 10.8% frente al mismo periodo del sexenio anterior.

Diciembre pasado fue el mes con menos homicidios en los últimos seis años, con 2,530, aseveró la funcionaria.También refirió que seis estados concentraron casi la mitad de los asesinatos en 2022: Guanajuato, Baja California, Estado de México, Michoacán, Jalisco y Chihuahua, que acumularon en conjunto 15,060. Quintana Roo no estuvo en esta lista, lo cual es de destacarse. Por cierto, esta semana se dio a conocer la detención en Cancún de 13 presuntos miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación.

Aunque en su informe la titular de la SSPC nodetalló el total del 2022, aseguró que en diciembre del 2022 hubo 71 feminicidios (asesinatos de mujeres en razón de género), una disminución interanual de 13.41%. Por supuesto, destacó el apoyo de las fuerzas armadas y de la Guardia Nacional en las tareas de seguridad en todo el país. Lento, pero hay avances.