Luis Fuente/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- La Segunda Sala Colegiada del Sistema de Justicia Penal Acusatorio del Tribunal Superior de Justicia confirmó por unanimidad la sentencia de 35 años de prisión a Rafael de Marco Canul Pool, emitida en septiembre pasado por el Tribunal Primero de Juicio Oral, por el homicidio de Luis Luna Guarneros, exdirector de la Orquesta Sinfónica de Yucatán.

Los magistrados que integran esta sala son José Rubén Ruiz Ramírez, Ingrid Priego Cárdenas y Leticia del Socorro Cobá Magaña, quienes intervinieron por el recurso de casación promovido por Rafael de Marco contra la sentencia emitida por el Tribunal Primero de Juicio Oral el 11 de septiembre pasado.

La ponente de este caso fue la magistrada Leticia Cobá Magaña, que en su proyecto concluyó que el motivo de inconformidad interpuesto por la defensa se encuentra infundado; pues en la revisión del juicio y sentencia se observó que fueron garantizados todos los derechos fundamentales del condenado y el Tribunal de Juicio oral tuvo por desvirtuada la presunción de inocencia dado que los hechos acreditados por la Fiscalía General del Estado.

En la audiencia de este viernes, realizada en el Tribunal del Superior General de Justicia, la magistrada Cobá Magaña detalló que en las últimas horas del 1 de noviembre y las primeras horas de 2 de noviembre de 2014, Rafael de Marco privó de la vida a Luna Guarneros cuando éste se encontraba en su domicilio ubicado en la calle 53 entre 64 y 66 del centro, teniendo como causa de su deceso asfixia por estrangulamiento realizado con un corbata.

Seguidamente, con ayuda de Wilberth Carballo Canul y Eufracio Chuc Estrella también imputados por estos hechos, lo subió a una camioneta propiedad de la víctima, la cual fue conducida por Eduardo López Dorantes hasta un predio ubicado en la colonia Ciudad Industrial donde, con un pico y una pala, lo enterraron junto a un árbol.

Por lo tanto, explicó la magistrada, debe prevalecer la sentencia emitida por el Tribunal Primero de Juicio Oral, que fue de 35 años de prisión, el pago de la reparación del daño, ya que se encontraron infundados por un lado e insuficientes por otro, los agravios interpuestos por la defensa, pues en el análisis del caso no se advirtió alguna violación a los derechos fundamentales del sentenciado.